SIAMESES: Es el castigo o consecuencia para todos aquellos que hacen injertos en plantas, animales u órganos en seres humanos. Cada ser tiene un cuerpo y un alma diferente. Al realizar un injerto unimos 2 almas diferentes y la consecuencia es nacer siamés(dos cuerpos humanos unidos o pegados).

Cuando se injertan órganos humanos el organismo los rechaza ya que la parte vital y astral del órgano injertado es diferente y esto trae muchas consecuencias en la salud de los que se realizan estos injertos. Los frutos de plantas injertadas no tienen semilla, ya que no vienen de Dios, por lo tanto, causan desequilibrios en la naturaleza humana ya que al no tener semillas, es como si naciera un varón y no produjera espermatozoides. A veces creemos que estamos haciendo el bien, pero los Maestros nos enseñan que el camino del infierno está empedrado de buenas intenciones.

HUÉRFANOS: Es el castigo o consecuencia para todos aquellos que abandonan a sus hijos, que acostumbran a tener hijos irresponsablemente. Todo el sufrimiento de esas criaturas se les acumula y lo deben pagar multiplicado.
RAQUITISMO: Es la consecuencia del materialismo en vidas anteriores.

HOMOSEXUALISMO Y LESBIANISMO: Es la consecuencia por abusar o negar el sexo. Los que engañan y pervierten el camino a las mujeres, así como aquellos que tienen relaciones sexuales por partes del cuerpo no idóneas, corren el riesgo de nacer homosexuales o lesbianas.

MUDOS: El evangelio de San Juan nos enseña: “En el principio era el verbo, el verbo era con Dios, el verbo era Dios y todas las cosas por ÉL fueron hechas y sin ÉL, nada de lo que es hecho, fue hecho”. Según esto, en el principio, el verbo, la palabra, era sagrada, pero ahora decir vulgaridades, aun por las mismas mujeres, se ha vuelto más común que lavarse las manos. Todo esto ha degenerado el verbo, la palabra. Las personas demasiado vulgares o que maldicen a Dios, corren el riesgo de nacer mudas en próximas existencias.

MENDIGOS: Pedir limosna es el castigo o consecuencia para los grandes millonarios que todo lo abarcan y que tienen más de lo que les corresponde a causa de su codicia. Dinero que obtienen con la explotación y el dolor del prójimo. Millonarios que les pagan mal a sus empleados y se aprovechan de ellos. Jesucristo dijo: “Da a cada día su afán” y Samael Aun Weor nos enseña:”Donde termina la necesidad comienza la codicia”.
VIRUELA: Es el resultado del odio.

EPILEPSIA: Es el castigo o consecuencia de los que invocan muertos. Como los espíritus de los muertos o desencarnados se introducen en el cuerpo de las personas que sirven como médiums en las sesiones espiritistas, esto ocasiona desórdenes nerviosos que traerá como consecuencia la epilepsia. La Biblia nos dice: “Maldito el que invocare espíritus de muertos”. Con esto se comprueba que existen las almas de los muertos o desencarnados y las personas que los invoquen en sesiones de espiritismo o con la tabla ouija, corren el peligro de sufrir esta penosa enfermedad.

Y así, el que roba será robado pero multiplicado. El que mata será asesinado, más las consecuencias que son múltiples. Ejemplo: Alguien mata a otro para robarlo, por cuestiones ideológicas, celos, ira, etc.; el que murió tenía esposa e hijos y los hijos quedan huérfanos y en la miseria. El asesino debe además pagar ante las leyes de Dios, el hambre, el dolor de la viuda, la miseria y orfandad de esas pobres criaturas. Es doloroso cómo inconsciente y salvajemente se mata a un ser humano para robarle una gorra o un par de zapatos. Un par de zapatos no vale nada ante los terribles castigos que deberá pagar el que comete estos actos. Los que empobrecen y hacen sufrir a los demás sufrirán de hambre y miseria durante mucho tiempo.

El que pesca con dinamita destruye la naturaleza y esos pescadores sufrirán terribles Karmas y miserias, ya que al acabar con las especies siembran el hambre que después recogerán. Ganan Karma también los médicos que realizan cortaduras, vasectomías, colocan dispositivos intrauterinos o anillos y recetan anticonceptivos, todas las consecuencias en la salud de esas mujeres y hombres les serán cobradas a ellos.

Gana Karma el que usa abonos químicos que esterilizan la tierra y los que usan hormonas de crecimiento para hacer crecer rápidamente a los animales. Muchas veces pagamos parte del Karma en la misma encarnación. Si hicimos mal, si malgastamos el dinero, si fuimos avaros, si explotamos al prójimo, si cometimos el error de robar o de arruinar a otros, si hicimos mal uso del dinero, es evidente que nos toca nacer en familias miserables, vestidos con cuerpos de mendigos, infelices, hambrientos y desnutridos. Así, cada cual recoge el fruto de sus propias obras. En conclusión, nuestra vida actual es el resultado de lo que hicimos ayer y el mañana será el resultado de lo que estamos haciendo hoy. Por lo tanto, hagamos, ante todo, buenas obras y evitemos hacer el mal a toda costa.

FORMAS DE PAGAR EL KARMA

El Karma se puede pagar con Dharma, o sea, haciendo buenas obras. Así como en este plano físico, de tres dimensiones, podemos cancelar nuestras deudas con dinero, así también podemos pagar el Karma con dinero cósmico o Dharma y así nos liberamos del dolor y del sufrimiento. La justicia y la misericordia son las dos columnas de la Justicia Divina. La justicia sin misericordia es tiranía y la misericordia sin justicia es complacencia con el delito, es por esto que el Karma o castigo es negociable y en virtud de esto cada cual puede modificar su propio destino.

El Karma no se paga sólo con dolor, también puede pagarse con amor, haciendo el bien. Muchas personas que sufren, sólo se acuerdan de sus amarguras deseando remediarlas, mas no se acuerdan de los sufrimientos ajenos y ese estado egoísta lo que hace es agravar su sufrimiento. Si tales personas pensaran en servir a sus semejantes: en dar de comer al hambriento, en vestir al desnudo, en enseñar al que no sabe, pondrían buenas obras en el platillo de la balanza cósmica para inclinarla a su favor y quedarían remediadas sus necesidades. Así comprenderemos aquella frase bíblica de Jesucristo:”Buscad el reino de Dios y su justicia (paga lo que debes) y lo demás vendrá por añadidura”. Desafortunadamente la humanidad es muy egoísta y por eso sufre. Nadie se acuerda de Dios ni de sus semejantes sino cuando está en la desesperación y esto es algo que todo el mundo ha podido comprobar

¿Queréis sanar? Sanad a otros. ¿Algún pariente está en la cárcel?, trabajad por la libertad de otros. ¿Tenéis hambre?, compartid el pan con los que están peor que tú. Cuando usted termine de pagar el valor equivalente, correspondiente a cada Karma, éste será perdonado; si no, entonces lo pagará con dolor en esta encarnación o en las siguientes. Así es la ley. Una forma muy práctica de cancelar el Karma, esto lo hemos comprobado muchas veces, es conocer, practicar y divulgar estas nobles enseñanzas sobre la faz de la tierra.

Nuestro Dios interior (la Magna Presencia YO SOY) muchas veces en los sueños y en símbolos nos muestra el Karma o castigo que se nos va a cobrar. Ejemplo: Soñar que la policía nos detiene, verse desnudo, mojándose con agua lluvia, atacado por un león, bañándose en agua sucia, etc. “Quien tiene con qué pagar(buenas obras), paga y sale bien en los negocios”. “Quien no tiene con qué pagar, debe pagar con dolor inevitablemente”. “Haced buenas obras para que pagues tus deudas”. Es posible conseguir créditos con la Justicia Divina, esto muchos lo ignoran. Es urgente saber que todo crédito se debe cancelar con buenas obras o con supremo dolor.

LA BIBLIA Y LA LEY DEL KARMA
Jesús, el gran Kabir, dijo: “Ponte de acuerdo con tu adversario pronto, en tanto estás con él en el camino, no sea que el adversario te entregue al juez y el juez al alguacil, y seas echado en la cárcel. De cierto os digo que no saldrás de allí hasta que pagues el último cuadrante”. Mateo 5:25-26.
Gálatas 6:7-10: “No os engañéis, Dios no puede ser burlado, pues todo lo que el hombre sembrare, eso segará(recogerá). No nos cansemos, pues, de hacer bien, porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos”.

Éxodo 21:12: “El que hiere a alguno, haciéndole así morir, él morirá. Éxodo 21:23-25= Mas si hubiere muerte, entonces pagarás vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe”. 1ra de Corintios 6:16: “¿O no sabéis que el que se une con una ramera es un cuerpo con ella? Porque dice: los dos serán una sola carne(recordemos el Karmasaya).

Toda acción provoca una reacción igual y de sentido contrario. El ángulo de incidencia es igual al ángulo de reflexión. El presente es otorgado al hombre para que éste pueda preparar su futuro rectificando los defectos del pasado.

No existe lo que llaman casualidad o accidente. Todo tiene una causa anterior, y todo es la causa de un efecto futuro en el mismo instante en que se efectúa la causa. No se puede recibir lo que no se ha ganado.
Si alguien le quita la vida a otro, aunque no sea sino con la intención, pone una causa en movimiento que seguramente le quitará su propia vida.

La gran ley cósmica no falla. No podemos recibir sin dar y no podemos dar sin recibir. Así el gran balance de la vida se mantiene.

Aquello que nosotros le hacemos al universo, el universo nos lo hace a nosotros. Lo que damos, generosidad o parsimonia, lo recibiremos de nuevo. Igual atrae a igual. Que lo que el hombre siembra eso recoge y que ningún hombre escapa a la ley.

El dolor es nuestro mejor maestro. El dolor, amigo mío, te enseña que al nacer en el planeta Tierra ya hemos infringido o violado la ley y debes aceptarlo con amor, como tributo a tu progreso evolutivo.

Donde quiera que veas un dolor, penetra y mira allí la justicia. No importa que quien la sufra tenga la apariencia de ser inocente. ¡Nada! La ley se está cumpliendo con equidad, ya como consecuencia de errores o fallas en vidas anteriores o porque la víctima violó la ley en esta misma encarnación. Pero siempre el castigo o consecuencia es justo, es reparador, y coloca a la persona en armonía con su espíritu.