Idealmente elaborar este alimento en Luna Creciente (desde el 3º día pasada la luna nueva) y Luna Llena.

Materiales

Olla de barro para tostar.
Molino manual para moler los granos (no usar molino eléctrico).
Cuchara de palo.
Balanza de cocina.
Superficie lisa para el amasar.
Bandejas para secar las bolitas de sampa.
Frascos de vidrio de boca ancha para almacenarlas.

Ingredientes

  • Frijoles rojos
  • Garbanzos
  • Lentejas
  • Frijol de soya
  • Trigo seco
  • Maíz seco
  • Plátano verde
  • Maní natural
  • Miel de abeja

* Puedes añadir quinoa para sustituir algunos de los cereales (maíz o trigo).

Preparación de los ingredientes

Todos los ingredientes se usarán tostados y molidos. Todos los granos y el maní se tuestan por separado en ollas de barro, ya que tienen diferentes tiempos. Y luego se muelen también por separado, en distintas texturas (harina fina, grumosa, etc.).
Para producir la harina de plátano verde, se corta el plátano en tajadas finas y se seca idealmente al sol (puede hacerse en horno). Para obtener 1 kilo de harina de plátano verde, se necesitan aprox. 5 kilos de plátano.

Con respecto al maní, de preferencia conseguirlo con la cáscara gruesa (natural), pelarlo manualmente y luego tostar para sacar la cáscara fina. Molerlo no tan fino para que no se vuelva mantequilla.

Mezclar todos estos molidos uniformemente en un recipiente de plástico (no de metal), este conjunto será la mezcla seca del sampa.

Todos los ingredientes excepto la miel se mezclan en una relación de 1 es a 1, en cambio la miel es de 1 es a 3, es decir si tengo un kilo de mezcla seca necesito tres kilos de miel.

Preparación:

En una superficie lisa volcamos la mezcla seca y vamos integrando gradualmente la miel, viendo que la mezcla quede uniforme, hasta tener una consistencia como masa suave de galletas (no muy dura, flexible, sin ser demasiado pegajosa)
Luego hacemos las bolitas con las manos del tamaño de una pelota de ping pong, las ponemos en una bandeja y las dejamos secar a la sombra en un lugar libre de insectos.

* Un Sampa bien preparado, que haya tenido un buen secado poniendo cuidado en cubrirlas con un paño o tela que impida que los insectos sobre todo moscas puedan depositar allí sus huevecillos, dañando así su trabajo de muchos esfuerzos. Un buen secado se obtiene cuando las bolitas de Sampa tengan una consistencia no muy dura y presenten cierto grado de maleabilidad sin ser demasiado pegajosas, na vez obtenido un buen secado se pasa a la conservación.

Se recomienda almacenar las bolitas de Sampa en recipientes de vidrio posiblemente de boca ancha que además de asegurar una buena conservación natural, permiten un acceso fácil a la hora de ir por ellas, sin embargo también puede utilizarse un recipiente de plástico. Ambos tipos de receptáculos deben quedar herméticamente cerrados para que no haya aceleración en el proceso de deterioro de las bolitas al ser expuestas al aire.

Un Sampa bien preparado que haya tenido un buen secado, lejos de mosquitos y de insectos y que haya sido bien almacenado, llega a conservarse perfectamente comestible por un lapso de no menos de cuatro años.

El Sampa es un alimento altamente energético. El consumo de una bolita de Sampa es el equivalente a una de las tres comidas que normalmente consumimos en un día, por lo tanto con la ingestión diaria de tres bolitas de Sampa no se necesita consumir ningún otro alimento, ya que ellas solas suministran al organismo la energía necesaria y suficiente para su desenvolvimiento funcional durante el día.

Preparar el sampa es un evento de amor y entrega, preferentemente se preparara en grupo, en silencio, cada uno conectados con su Divina Presencia Yo Soy y trabajando en común-unión con los seres humanos, la naturaleza, la Tierra y los regalos que nos brinda, el cielo y los elementales, todos unidos en un ciclo, unidos con la Vida.

Por esto el Sampa no es solo un completo alimento para nuestro cuerpo físico sino también para nuestra alma, ya que es un regalo para la Humanidad. Por lo mismo es importante destacar que no debe comercializarse, ya sea cobrando por participar en su elaboración o cobrar por el alimento hecho.