Por más de 75 años, los cigarrillos han sido promovidos a las masas a través de publicidad en la televisión, radio, revistas y por todo medio de comunicación imaginado, pero poca gente se da cuenta de que las “semillas del mal” iniciales fueron plantadas en los años 1930s, cuando la marca Camel convenció a los fumadores que los cigarrillos ayudaban a la digestión, comenzando y perpetuando así un mito que está por ser por completo desacreditado.

El año era 1936 y el terriblemente engañoso anuncio de Camel recomendaba fumar al menos un cigarrillo entre cada plato de tu cena del Día de Acción de Gracias “por el bien de la digestión”. La publicidad fue aprobada por la FDA y apareció en la revista Life y pretendía infundir una adicción psicológica para que fumadores empedernidos desarrollaran un sentido de “bienestar digestivo”. Camel usó líneas sugerentes diciendo que “Nunca cansa al gusto o pone de nervios” y (Camels) “Acelera el flujo de los fluidos digestivos”, “Incrementa la alcalinidad” y “Ayuda a que tu digestión sea suave” y por supuesto “El tabaco y la buena alimentación van de la mano naturalmente”.  (http://www.buzzfeed.com/bitedaily/smoking-camels-help-digestion-according-to-life-18op)

¿Cuántos fumadores todavía creen hoy en día que esto les ayuda a la digestión? Casi cualquier fumador, si se le pregunta, te dirá que disfruta fumar después de cada comida, pero en realidad es el patrón de respiración (largas inhalaciones, sostener el aliento y largas exhalaciones) que experimentan al encender un cigarrillo lo que los relaja, pero muchos fumadores pierden de vista esto.

Seamos bien claros aquí, la nicotina no ayuda a la digestión y tampoco los demás 40,000 químicos encontrados en cigarrillos comerciales. Es más, los cigarrillos son una de las sustancias legales más perjudiciales y sistemáticamente más dañinas que puedes consumir.

Cada bocanada de humo inhalada contiene radicales libres los cuales causan daño en cada sistema del cuerpo, especialmente en el tracto digestivo y en los intestinos. Fumar aumenta el riesgo de la enfermedad de Crohn, cálculos biliares, úlceras pépticas y enfermedades del hígado. Los químicos se adhieren a las paredes del tejido sano en el esófago, tráquea y estómago, desordena el ADN y causa que las células se degraden.

De acuerdo a la Asociación Americana de Diabetes, fumar cigarrillos tiene “efectos demostrables en el azúcar en la sangre”, haciendo que la diabetes tipo dos sea más probable.

Fumar además envejece los tejidos del páncreas, lo cual crea defectos en el sistema digestivo. Fumar daña los sistemas linfático e inmunológico, lo cual perjudica el tejido blando que reviste el intestino delgado. Es por esa razón que el cáncer de colon es más prominente en los fumadores.

Aunque el hígado no parece como parte del sistema digestivo, en realidad filtra los nutrientes y toxinas de la sangre, en un proceso conocido como metabolismo de primer paso. Fumar constriñe de manera severa este flujo de sangre al hígado. Después de un uso prolongado de nicotina, el cuerpo se vuelve dependiente de esta sustancia, reciclando toxinas de nuevo al hígado y el resultado es la constipación. Entre más fumes, peor se pone la situación.

La única solución es dejar la nicotina y desintoxicar el hígado, de modo tal que los innovadores cigarrillos electrónicos o e-cigarettes no serán de ninguna utilidad.

En 1970, el Congreso pasó la Ley de Salud Pública contra Fumar Cigarrillos, la cual prohíbe la publicidad de cigarrillos en la TV y radio, pero los anuncios tabaqueros sin humo permanecieron en el aire hasta 1986. Después de 1971, los anuncios de tabaco estaban sólo en revistas, periódicos y en vallas publicitarias. En 2010, nuevas regulaciones prohíben a las empresas tabaqueras patrocinar ciertos tipos de eventos, o poner sus logos en gorras y camisetas. Todos han visto la advertencia del Cirujano General en los paquetes, pero obviamente la misión de evitar que la juventud fumara no funcionó. (http://www.classictvads.com/smoke_2.shtml)

La publicidad engañosa de Camel y otras marcas importantes continúa hoy en día, a pesar de las regulaciones que la prohíben. Los niños y los jóvenes todavía reconocen al tipo de Marlboro y a Joe Camel como personajes “muy en onda” y las mujeres se han convertido de manera consistente en el mercado objetivo para la publicidad de cigarrillos, promoviendo la apariencia alta y delgada. El problema es que aún si fueras una mujer alta y delgada, de todas formas tendrías los mismos problemas de cáncer producto de fumar cigarrillos.

La celebridad Sammy Davis Jr. fue un fumador que murió en 1990 de cáncer de garganta. En sus últimos años, él, de forma valiente, hizo varios anuncios de servicio público acerca de los males de fumar, pero desafortunadamente, a él se le olvidó decirle a todos que los cigarrillos no ayudan a la digestión.

Fuentes:

http://www.classictvads.com/smoke_2.shtml

http://www.oldtimeradiofans.com/old_radio_commercials/winston_cigarettes_flinstones_2.php

http://www.cmybacon.com/2010/11/vintage-thanksgiving-cigarette-ad

http://www.buzzfeed.com/bitedaily/smoking-camels-help-digestion-accordingto-life-18op

http://no-smoking.org/may99/05-07-99-1.html

http://www.livestrong.com/article/14955-what-does-smoking-do-to-thedigestive-system

http://www.uihealthcare.com/topics/medicaldepartments/internalmedicine/freeofnicotine/index.html