cirugia-quimioterapia-radiacion-tratamietos-cancer-para-muerte-seguraPara citar un caso, en los Estados Unidos existe una diabólica “tri-fecta” la cual se asegura de que las masas consuman alimentos que causan enfermedades y reciban después tóxicos químicos como supuestas “curas”. Esta práctica para nada es algo accidental ni tampoco se trata de que alguna buena intención haya resultado equivocada. Todo lo contrario, se trata de una pesadilla política, económica y financiera que fue maquinada por políticos y científicos ambiciosos en los Estados Unidos en consejos directivos hace más de 60 años.

El tratamiento contra el cáncer es una industria que genera mil millones de dólares anuales. El Instituto Nacional contra el Cáncer (NCI), la Sociedad Americana contra el Cáncer (ACS) y la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) son “cómplices en el crímen” y su catapulta para la publicación de información equivocada ha sido no otro más que la JAMA (Revista de la Asociación Médica Americana) de la AMA (Asociación Médica Americana), esta supuesta “prestigiosa” revista es a la que todos los doctores occidentales se aferran para convertir a sus pacientes en “clientes de por vida”.

Para comprender cómo los “métodos alternativos” se volvieron los tratamientos oficiales y cómo los remedios naturales comprobados se volvieron “alternativos”, la historia verdadera debe ser develada y comprendida hoy.

Justo después de la II Guerra Mundial, la mayoría de los científicos nazis fueron liberados de prisión (4 a 7 años plazo por asesinato masivo) y empleados por empresas estadounidenses para diseñar medicina y alimentos causantes de muerte lenta para la agenda de “atención crónica de la enfermedad” de los Estados Unidos.

¿Cuál es la diabólica misión en marcha de la tri-fecta? Alimentar a la población con maíz y soya genéticamente modificados sin etiquetar su origen y pesticidas empleados, con carne animal cargada de antibióticos y hormonas, con agua fluorizada, con jarabe de maíz de alta fructosa, con glutamato monosódico y con aspartame, para agregar el toque dulce de moda. Luego, ofrecerán a la población las siguientes opciones de tratamiento: cirugía, quimioterapia, medicamentos y radiación. No te equivoques: todo está planificado.

Cuando donas dinero “para la cura”, se gasta en silenciar a las verdaderas curas

Para comenzar, cerca de la mitad del consejo de la Sociedad Americana contra el Cáncer (ACS) está compuesta por oncólogos y radiólogos con un interés personal en las cuatro opciones de tratamiento para una muerte lenta descritas arriba. Los representantes principales a menudo se sientan en los comités de los demás y reciben subvenciones los unos de los otros. Su trabajo consiste en garantizar que el financiamiento para la investigación contra el cáncer continúe para mantener a la población toda la vida enferma y muriéndose a la espera de la dichosa cura. Esto es algo que los políticos que aspiran a un cargo público conocen muy bien.

Constituida oficialmente en los años 1940, la ACS era dirigida por las gigantes farmacéuticas y cuando el presidente Nixon convirtió en ley la “Lucha contra el Cáncer”, la ACS se volvió imparable. ¿Qué pasa con los cientos de millones de dólares que la ACS recolecta todos los años? Cuando donas tu dinero ganado con mucho esfuerzo para apoyar la causa “por la cura”, ¡tu dinero es dirigido a silenciar cualquier cura que salga a la luz! Por seis décadas, la ACS ha apoyado a un comité para identificar a cualquier doctor que prescriba “métodos no comprobados” (dígase, remedios naturales) y esos doctores son luego objeto de persecución y silenciados en la corte por jueces que anteriormente trabajaron para alguna de las organizaciones de la tri-fecta (o trabajarán para ellas en algún momento pronto).

Básicamente, en los Estados Unidos, si un remedio natural funciona, es barato y no tiene efectos secundarios, aparte de que no sea patentable, entonces es silenciado y ocultado. La AMA es responsable por licenciar a todos los doctores en los Estados Unidos, así que trabajando en equipo la NCI, ACS y FDA funciona como un “radar de policía” para identificar a los doctores que se salen de los lineamientos oficiales.

La Letal Ilusión de las 4 “Opciones” para una Muerte Lenta

Jamás ha existido de verdad una supuesta “lucha contra el cáncer” librada por el gobierno de los Estados Unidos. La tri-fecta sabe que las opciones para una muerte gradual y lenta es donde se hayan las jugosas ganancias y le han lavado el cerebro a las masas para que crean que estas son sus únicas opciones de tratamiento contra el cáncer. Morris Fishbein, el mayor charlatán de todos los tiempos, dirigió la AMA durante 40 años para el único propósito de desacreditar a cualquiera que se saliera de los lineamientos oficiales. El trabajo de instituciones como la FDA y la AMA es la de robarle a los científicos sus patentes de remedios naturales contra el cáncer para luego diluir sus fórmulas, de tal manera que después puedan publicar ensayos clínicos donde demuestren que el remedio “no funciona”.

(http://realneo.us)

La máquina de frecuencias Rife, las curas de Hoxsey, la Dieta del Dr. Max Gerson y los antineoplastones del Dr. Burzynski son ejemplos contundentes de curas contra el cáncer sobre los cuales ningún doctor u oncólogo se atreve a hablar en los Estados Unidos, por temor a perder su licencia para ejercer su profesión y/o servir tiempo en prisión. Realmente existen dos “luchas contra el cáncer” en estos momentos que se han librado por 60 años, pero los grandes intereses financieros están detrás de la guerra que el gobierno de los Estados Unidos libra para silenciar y desacreditar todos los remedios naturales y volverlos ilegales.

“La quimioterapia es tan tóxica y tan deshumanizante que le tengo más miedo que al mismo cáncer” – Ralph W. Moss, Ph.D.

Fuentes:

http://realneo.us

http://www.drheise.com/chemotherapy.htm

http://www.mnwelldir.org/docs/cancer1/altthrpy.htm

http://www.getipm.com/personal/cancer-racket.htm

http://www.sntp.net/fda/ama_lynes.htm