El organismo humano tiene tres cerebros que son los siguientes: Primero: Cerebro pensante. Segundo: Cerebro motor. Tercero: cerebro sensible.

El primer cerebro estĆ” en la cabeza, el segundo en la espina dorsal, el tercero en el corazĆ³n y centros especĆ­ficos nerviosos del organismo humano.

La inteligencia de la naturaleza ha depositado en cada uno de estos tres cerebros sus famosos Bobbin-kandelnosts (valores cĆ³smicos)

Cada uno de estos tres cerebros vive mientras los Bobbin-kandelnosts estƔn vivos.

El yo psicolĆ³gico ha creado un sistema de vida anormal que hace que la muerte de cada individuo se realice por tercios.

Quien comete el error de acabar con los Bobbin-kandelnosts del centro pensante es claro que muere mentalmente. Los manicomios son cementerios de muertos mentales.

Quien abusa del centro motor acaba con los Bobbin-kandelnosts de la espina dorsal. La Hemiplejia, la paraplejia, parƔlisis progresiva, etc., realmente son nombres que se le ponen a los difuntos del centro motor.

Quien derrocha su energĆ­a sobre las tablas para debutar maravillosamente o representar distintos papeles artĆ­sticos, es claro y apenas normal que acabe con todo su capital de Bobbin-kandelnosts correspondiente al cerebro sensible.

Estos muertos son llamados psicĆ³patas y neurastĆ©nicos.

Los intelectuales modernos agotan miserablemente el centro pensante.

Los deportistas de Foot-ball, toros, lucha libre, bƩisbol, etc., etc., etc., acaban con todos los valores vitales del centro motor.

Los Seudo artistas modernos con toda su tonterĆ­a de existencialismo, comicidad, rebeldes del rock, policĆ­as y detectives y ladrones que juegan al papel de Gangster, es apenas lĆ³gico que acaban con los valores del tercer centro.

La muerte se realiza por tercios y el mundo estĆ” lleno de muertos vivientes que andan y atormentan al prĆ³jimo.

El yo psicolĆ³gico, el mi mismo, ha creado sistemas de vida angustiosa y horrible.

El resultado de semejantes formas de vida anormal es la muerte por tercios.

En tiempos de la Lemuria cualquier ciudadano podĆ­a vivir normalmente doce a quince siglos de vida.

En el viejo Egipto de los faraones la vida normal de cualquier ser humano tenƭa un promedio de ciento cuarenta aƱos.

Ahora la raza estƔ tan degenerada con el asqueante materialismo, que ya vivir sesenta o setenta aƱos, es realmente haber vivido mucho.

Los rusos dizque han inventado sueros para alargar la vida, sin embargo el pobre viejito Kruschev no tiene ochenta aƱos y ya tiene que pedirle permiso a un pie para levantar el otro.

En el centro del Asia existe una comunidad religiosa que sabe alargar la vida, cualquier monje de dicha comunidad puede llegar a los cuatrocientos aƱos normalmente.

Todo el secreto de esos monjes asiĆ”ticos consiste en saber manejar la ley cĆ³smica conocida como IgualaciĆ³n de las Vibraciones de Muchas Fuentes.

Realmente esos monjes no abusan de los tres cerebros, llevan el perfecto equilibrio vibratorio, no acaban con los Bobbin-kandelnosts. (Valores vitales)

Si el sistema socialista de la URSS fuera tan perfecto como lo pintan, cada ciudadano podrƭa ahorrarse sus Bobbin-kandelnosts para darse el lujo de vivir siquiera doscientos o trescientos aƱos.

El escenario ha quedado al descubierto y el paraƭso soviƩtico no existe.

En los suburbios de MoscĆŗ hay hambre, miseria y desolaciĆ³n.

Las calles de MoscĆŗ como cualquier otra ciudad del mundo estĆ”n llenas de gentes angustiadas y enfermas.

En MoscĆŗ tambiĆ©n se mueren las gentes poco a poco y a tercios.

Los sueros inventados para alargar la vida, son Ćŗnicamente pura propaganda soviĆ©tica.

Cuando el hombre disuelva el yo, los tres centros de la mƔquina orgƔnica marcharƔn en perfecto equilibrio.

Es apenas normal pensar que cuando los tres cerebros funcionan equilibradamente, los valores fundamentales conocidos como Bobbin-kandelnosts, no se pierden.

SĆ³lo sabiendo manejar los centros bĆ”sicos, sĆ³lo sabiendo ahorrar sus valores pueden realmente alargarse la vida.

Volver al ƍndice –Ā El Cristo Social por Samael Aun Weor