La imaginaciĆ³n es la madre del arte y el arte es una aproximaciĆ³n a lo divino. -M. A.

El hombre estĆ”Ā saludableĀ o enfermizo segĆŗn elĀ retratoĀ que le tome su imaginaciĆ³n. -M. A.

La imaginaciĆ³n puede llegar hasta donde ninguna medicina ha llegado. -Frase antigua

Eres como te imaginas. -M. A.

La fuerza y el poder de la mente se obtienen por el constante ejercicio de Ć©sta. -J. Cruse

Antes de continuar con la fuerza de la imaginaciĆ³n, es bueno recapacitar sobre el porquĆ© estamosĀ afanosamenteadquiriendoĀ potencias, las cuales hacen del organismo una fortaleza inexpugnable. Pongamos un sĆ³lo caso de una de las miles enfermedades a las cuales tienen que enfrentarse los mĆ©dicos.

La Hepatitis A afecta a casi todo el mundo, en los primeros 15 aƱos de vida, pero sĆ³lo en un 25% se desarrolla la enfermedad. ĀæPor quĆ© en los otros casos, no obstante haber estado el virus, se “cansĆ³” y se fue? Los mĆ©dicos no han dado respuesta, pero ya sabemos que el sistema defensivo se encontraba suficientemente fuerte y venciĆ³.

ĀæPor quĆ© el organismo de unos se encontraba fuerte y el de otros no? Porque se reunieron en el individuodiferentesĀ factores negativos o positivos que lo pusieron en posiciĆ³n de vencer o ser vencido.

ĀæCuĆ”les son esos factores positivos o negativos? LasĀ potenciasĀ y antipotencias que estamos estudiando.

ĀæPor quĆ© unas personas, sin haber leĆ­do este libro, tenĆ­an estasĀ potenciasĀ y otros no? Porque lasĀ potenciasĀ sonnaturales, las traemos cuando venimos a este mundo; algunos, por varios motivos que les brinda la vida, las poseen en forma natural o por sabidurĆ­a; y otras personas las pierden, quizĆ”s por el agitado trajĆ­n de la vida.

Lo importante, en este caso, es reconocer que no estamos frente a una situaciĆ³n simple sino ante un factor difĆ­cil e importantĆ­simo del cual dependen nuestras vidas y las de nuestros seres queridos.

Nos encontramos frente a frente con el dolor y esto es cosa seria.

Continuando con la Hepatitis, tenemos la B. El 15% de las personas infectadas no responde alĀ tratamientoĀ y muere. (ĀæPor quĆ© no responden alĀ tratamiento? Ya sabemos… cuentan con pocasĀ potencias). LaĀ Hepatitis C. es una de las mĆ”s peligrosas porque el 90% se convierte en enfermos crĆ³nicos.

LaĀ Hepatitis DĀ la adquieren quienes han sufrido la B y la mitad de los pacientes no responden a losĀ tratamientos… y mueren. ContinĆŗan la E, la F, la G, y ya se estĆ”n agotando las letras para nombrarlas a todas. Los investigadores se “matan” por encontrar las formas de acabar con esos “bichos” y ven con desĆ”nimo cĆ³mo aparecen nuevos virus a medida que avanza el tiempo.

Las enfermedades aparecen de un momento a otro y los sĆ­ntomas son muy leves hasta cuando ya queda poco por hacer.Ā De ahĆ­ la importancia tan formidable de la Antemedicina. Es mejor estar preparado y fortalecido para no tener que hacer trabajar tanto a los mĆ©dicos con enfermedades de la A a la Z… y a los sepultureros antes de tiempo.

EL PODER CURATIVO DE LA IMAGINACIƓN
(2.3 potencia del saber pensar)

Nos encontramos ante la mĆ”s contundente fuerza que jamĆ”s se haya conocido, que actĆŗa directamente contra la enfermedad; no encuentra barreras, opera en el campo cuĆ”ntico y traslada sus efectos al mundo fĆ­sico.

A ciencia cierta, no se sabe quĆ© es la imaginaciĆ³n. Parece como si fuese la pelĆ­cula que el cerebro, por medio del pensamiento, proyecta en la pantalla gigante de la mente haciĆ©ndola plasmar imĆ”genes en el mundo fĆ­sico. La imaginaciĆ³n es algo que, siendo inmaterial, causa efectos reales.

La imaginaciĆ³n es el idioma mĆ”s prĆ”ctico con el cual podemos convencer a la mente para que solidifique algo. A toda persona le llega lo que imagina con claridad y persistencia. A todos nos ha ocurrido que, de pronto, se nos viene a la mente una persona que hace tiempo no hemos visto y pronto nos encontramos con ella. No sabemos cĆ³mo ocurre; pero sabemos que la imaginaciĆ³n solidifica lo que proyecta en la mente.

La imaginaciĆ³n es mĆ”s importante que el conocimiento. —AlbertĀ Einstein

LA IMAGINACIƓN EN ACCIƓN

Dado que nos encontramos, sin duda alguna, ante una fuerza tan avasallante, utilicĆ©mosla inteligentemente para alejar la enfermedad. ĀæCĆ³mo hacerlo? Muy fĆ”cil:Ā basta imaginarte que estĆ”s aliviado.

No es pensar que te vas a aliviar; es verse rebosante de salud como lo eras cuando no tenĆ­as el mal que te estĆ” incomodando.Ā Puedes ayudarte mirando fotografĆ­as anteriores volviendo a revivir esos momentos. Proyecta una pelĆ­cula en tu mente;Ā no pienses mucho sino que proyecta muchas imĆ”genes donde te veas Ć”gil y sonriente.

Recuerda que una cosa es pensar y otra es imaginar, entonces crea una imagen tan nĆ­tida y detallada como te sea posible.Ā Transporta esa imagen al futuro; mĆ­rate libre de la enfermedad y luego transporta esa imagen al presente. Ten en cuenta que imaginaciĆ³n todo lo puede. No pienses en nada, simplemente proyecta esas imĆ”genes en tu mente.

Ahora imagina el color rojo, el amarillo y luego el azul. Mira como el arco iris penetra en tu cuerpo con los siete rayos y evacua la enfermedad; siente el proceso y mira cĆ³mo ocurre (se advierte que la Antemedicina no asegura que las aguas de colores, rayos y energĆ­as misteriosas tengan poder en sĆ­ de curaciĆ³n; mas, utilizadas mentalmente, se constituyen en apoyo para la mente yĀ Ć©sta sĆ­ cura.

La fe por sĆ­ sola tampoco cura pero estimula la imaginaciĆ³n, el pensamiento y la esperanza. Estas Ćŗltimas son las que sĆ­ tienen conexiĆ³n directa con el sistema inmunolĆ³gico del cual nadie discute que es el Ćŗnico que cura).

Suelta las riendas de tu imaginaciĆ³n. Al principio serĆ” difĆ­cil concentrarte; mas, al cabo de algunas prĆ”cticas, es difĆ­cil detener el vuelo de la imaginaciĆ³n. ComenzarĆ”s a ser otra persona y tu enfermedad irĆ” desvaneciendo.Ā Imagina que todo ha sido una pesadilla y pronto despertarĆ”s a un estado de salud incomparable.Ā 

CUIDADO CON LA ANTIPOTENCIAĀ 

A muchas personas se les ha despertado el cĆ”ncer con sĆ³lo el mĆ©dico decirles bruscamente: “tĆŗ tienes cĆ”ncer”. La imaginaciĆ³n de la persona de inmediato ve un cĆ”ncer gigante que se lo estĆ” carcomiendo y puede morir en pocos dĆ­as.

No solamente con esta enfermedad sino con todas nos sucede lo mismo yĀ la imaginaciĆ³n siempre exagera las cosas negativas; es el defecto que se debe controlar en ella. Es una ley dc Antemedicina:Ā cuando a una persona se le informa la enfermedad que tiene, de inmediato se le vuelve mĆ”s grave.Ā Es muy posible que la imaginaciĆ³n te haya colocado la enfermedad mĆ”s grave de lo que corresponde a su realidad. Con la misma fuerza que se ha llegado al fondo, la podemos utilizar para salir de Ć©l.

ImagĆ­nale saltando. Haz un baile mental y goza en Ć©l.Ā La Antemedicina considera que todas las personas estĆ”n la mitad de enfermas de lo que ellas creen y sienten; con razĆ³n, porque toda enfermedad es difĆ­cil de soportar y desalentadora; pero no es justo con uno mismo crear antipotencias que lo hundan mĆ”s, sabiendo que existenpotenciasĀ que lo pueden sacar de la mĆ”s dura crisis.

Lo que la M mide con un metro, la AM lo mide con 50 cm solamente; es una realidad porque en toda enfermedad el miedo, el desaliento, la desesperanza, la imaginaciĆ³n negativa conforman la otra mitad. Par tal motivo tĆŗ puedes, desde hoy, hacer retroceder, a ciencia cierta, el mal en un 50%; y esto es muy alentador.

ImagĆ­nate aliviado completamente, y cada una de un cĆ©lulas lo creerĆ”.Ā 

Las cĆ©lulas defensivas -nuestros valerosos soldados-, tambiĆ©n necesitan estĆ­mulo. La M sĆ³lo les da balas para que, peleen (fĆ”rmacos). Ellas tambiĆ©n requieren un ideal, una bandera que las incite a ganar.Ā Si te imaginas radiante de salud, tu ejĆ©rcito defensivo tendrĆ” una razĆ³n justa para luchar.Ā 

EL MƉDICO QUE NUNCA FALLA

Repite lo siguiente: imagino una manoĀ poderosa, dirigida por la Omnipotencia infinita. Observo cĆ³mo toca mi cuerpo.

Miro cĆ³mo penetra en mĆ­ y organiza en forma armoniosa todos los desperfectos: los microbios huyen despavoridos y son atacados por cĆ©lulas defensoras, hay alegrĆ­a en mi interior y todos mis Ć³rganos deciden cooperar.

La manoĀ poderosaĀ estĆ” dentro de mĆ­, la veo tan clara que me atreverĆ­a a saludarla. Se estĆ” realizando en mĆ­ una curaciĆ³n cuĆ”ntica, la misma que ha curado a millones de personas. Ahora el turno me toca a mĆ­: ya he esperado lo suficiente y no voy a desfallecer esta vez, es mi oportunidad gloriosa.

La Antemedicina, como lo estamos viendo, recoge todos los poderes y acciones de que disponemos; aquellos de los cuales, por craso error, la medicina hace caso omiso. Una sola pƔgina de este libro la puede romper un niƱo con facilidad, el libro completo no lo puede romper el hombre mƔs fuerte.

Por tanto, recoge todas las acciones con las cuales nos liemos venido enriqueciendo. No creas que son pequeƱas; cada una tiene su razĆ³n de ser. Juntas conforman una fuerza incontenible que produce lo que algunos llaman milagro.

Terminamos este capƭtulo con las frases del mƔs sabio entre los sabios:

No tengas por pequeƱa una acciĆ³n, por simple que parezca.Ā 

La acumulaciĆ³n de pequeƱas acciones buenas, conforma una fuerza grandiosa. – Buda

(Ver libroĀ QuĆ© fue lo que cl Buda descubriĆ³.)

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