En un mundo donde la refulgencia de colores, músicas, formas, estimulantes psicosexuales, y un sinnúmero de sistemas de mensajes subliminales (subli-males) que en una complacencia macabra entre el sistema de consumo y el terrible plan eugenésico que se urde sobre la humanidad, donde uno de los puntales de esta maquinaria de muerte es la alimentación.

Vemos una necesidad impostergable de documentarnos y ser portavoces de alerta sobre estos terribles entes del mal en la canasta familiar de un mundo que sufre el mas atroz de los comercios cual es el comercio de la salud, que atreves de sus alimentos malsanos preparan los pacientes que de por si, nada de paz van a sentir; si no que salen y salen cosechas y cosechas de enfermos para ser atestados de la amplia gama de medicamentos de drogas que en su mayoría son para calmar dolores mas no pada atacar la enfermedad y mucho menos la raíz de la misma; mas sí se adjuntan una cantidad de daños colaterales que fomentarán en la victima una extensa cadena de dolor, sufrimiento y consumo.