I.G. Farben fue un poderoso cártel comprendido por Bayer, BASF, Hoechst y otras empresas químicas alemanas las cuales experimentaron sin piedad en prisioneros de la era Nazi mientras Hitler comandaba durante la Segunda Guerra Mundial los campos de concentración donde se ponían a prueba medicamentos y vacunas peligrosas con lo que se asesinó a miles de personas. De hecho, Auschwitz fue uno de los mayores campos de exterminio masivo en la historia humana.  (http://www.nizkor.org/faqs/auschwitz/auschwitz-faq-06.html).

De forma irónica, sólo dos semanas después de la rendición incondicional de Alemania, el diseñador del misil guiado nazi, Herbert Wagner, llegó a Washington D.C. Esto margó el principio de la llegada masiva de “científicos locos” que trabajarían para los Estados Unidos en una misión llamada “Proyecto Paperclip”, dirigido por el Presidente Roosevelt para supuestamente “explotar el conocimiento de los científicos nazis”.

Unos cuantos años después, el Tribunal Criminal de Guerra en Nuremberg condenó a 24 de los ejecutivos de I.G. Farben por asesinatos en masa, esclavitud y otros crímenes contra la humanidad; no obstante, en menos de 7 años, cada uno de los asesinos fue liberado y comenzaron a trabajar como consultores para empresas estadounidenses. De 1950 a 1980, Bayer, BASF y Hoechst llenaron los puestos ejecutivos más altos, Presidente de la Junta Directiva, con asesinos en masa convictos.

En la actualidad, cada una de las 3 empresas “hijas” de IG Farben es mucho más poderosa que Farben durante la II Guerra Mundial. Hoy, estas empresas envían grupos de presión a Washington D.C. con millones (si no miles de millones) de dólares para influenciar las decisiones normativas que se toman por la FDA.

Fritz ter Meer, convicto de asesinato en masa, sirvió 5 años en prisión, luego “de manera conveniente” se convirtió en presidente de la junta supervisora de Bayer.

Carl Wurster de BASF ayudó a fabricar el gas Zyklon-B, el poderoso pesticida usado para ejecutar a millares de prisioneros. Él sabía que uso de este producto era para aniquilación y sus socios criminales fueron condenados y ejecutados en la horca por 1946.

Arthur Rudolph, director del campo de concentración donde miles de prisioneros murieron por maltrato, torturas y hambre, se le otorgó la ciudadanía estadounidense y fue a diseñar el cohete Saturno 5 usado en los alunizajes de la misión Apolo.

Kurt Blome, quien admitió asesinar prisioneros en “experimentos espantosos”, fue contratado en 1951 por el Cuerpo Químico del Ejército de los Estados Unidos para trabajar en guerra química.

Las semillas de la malévola industria farmacéutica, la cual la FDA llama medicina, fueron plantadas por primera vez en los Estados Unidos hace más de 65 años. Muchos de los “científicos locos” que torturaron a inocentes seres humanos durante la Segunda Guerra Mundial fueron contratados y promovidos por los presidentes de los Estados Unidos para catapultar lo que llamamos “Medicina Occidental” y cuyo objetivo final es crear enfermedad para luego tratar sus síntomas a modo de enriquecerse (http://www.sourcewatch.org/index.php?title=Rockefeller_Foundation).

El “negocio de la enfermedad y del cuidado médico” en los Estados Unidos está creciendo rápidamente. Solamente echa un vistazo a los anuncios de las farmacéuticas en la TV. Estas son medicinas sintéticas, no puestas a prueba y son vacunas cargadas con aluminio que son recetadas a la población como dulces, con efectos secundarios mucho peores que la enfermedad que están tratando de curar.

Conveniencia y Mitos Perpetuados para Impulsar Crecimiento de Medicina Occidental

Dicho de manera simple, la mayoría de la gente subestima el poder de la FDA y la misión de las grandes corporaciones farmacéuticas para controlar la medicina y hacer miles de millones de dólares a cualquier costo y los medicamentos recetados, las vacunas contra la gripe y el resto de vacunas que son visto con total “normalidad” en la publicidad son responsables por la pésima salud y estado crónico de enfermedad de la población.

Por último, la conveniencia y los mitos perpetuados han llevado a las masas a considerar estas estafas y experimentos corporativos como parte de su abanico normal de opciones de productos, medicinas y tratamientos.

Si estás todavía buscando la cura para tus dolores de cabeza por migrañas con “medicina extra fuerte”, primero deberías evitar comprar cualquiera de las medicinas vendidas por una compañía que contrata a asesinos en masa como presidente para dirigir la compañía.

Luego revisa tus hábitos alimenticios. Podría ser que los ingredientes genéticamente modificados en tus alimentos y el aspartamo en tus bebidas dietéticas y goma de mascar son los que están causándote esos dolores de cabeza en primer lugar.

Ponlo de este modo, si la caja de aspirinas tuviera una etiqueta que dijera: “Advertencia: el antiguo presidente de Bayer fue condenado por asesinato en masa”, ¿le darías la pastilla a tu hijo?

Fuentes

http://www.theforbiddenknowledge.com/hardtruth/operationpaperclip.htm

http://www4.dr-rath-foundation.org

http://www.nizkor.org/faqs/auschwitz/auschwitz-faq-06.html

http://www.gmwatch.org/gm-firms/11153-bayer-a-history

http://www.ktradionetwork.com/tag/nazi-germany

http://www.sourcewatch.org/index.php?title=Rockefeller_Foundation

http://reformed-theology.org/html/books/wall_street/chapter_11.htm