marx-kelium-zeusEse es Carlos Marx. Tuvo vicios, porque es un demonio. Tuvo méritos, porque es un ángel. Samael lo encontró en los infiernos. Le dijo algunas palabras que no le puso atención. Quedaron como historia para éste día, para que Uds. Brasil, brazo de Él, brazo de Dios, levantase su voz a los cielos y pidiese explicación sobre los mensajeros de los cielos en el abismo y sobre los mensajeros de del abismo en los cielos. Hoy se ha levantado el brazo de Dios pidiendo misericordia a los cielos, que expliquen los misterios del cielo y del abismo.

Benditos sean, benditos seréis, benditos serán, Brasil, brasel, brazo de Él, brazo de Dios, porque se ha levantado para solicitar encender la luz de los cielos en nuestras cabezas y en nuestros corazones y así conocer éstas verdades. Estáis pensando: Samael escribió libros contra Marx. No escribió contra Marx, sino contra la esclavitud y el ateísmo. Que como Lucifer, como Induseus, es un demonio en los infiernos con cuerpo físico en la tierra. Es un ángel de los cielos con cuerpo físico en la tierra.

Oíd la mezcla mensajera que Carlos Marx dejó sobre la tierra. Carlos Marx fue profetizado en la biblia Hebrea. Lo dice la sagrada escritura Hebrea: “Enviaré mi mensajero a los cuatro cabos de la tierra, para que le sea pagado el justo salario al trabajador y así los hombres obedezcan el mandamiento dado por Jehová: No tendrás el salario del jornalero hasta el otro día. Pagadle al jornalero antes de la puesta del sol. Esa puesta del sol es antes de que ese jornalero o ese patrono se mueran. Antes que caiga en las tinieblas de la muerte o en las tinieblas del día. Que ese trabajador… de su salario. Vuelvo y repito: Enviaré mi mensajero a los cuatro cabos de la tierra para que le sea pago el salario justo a los pobres de la tierra y así no caiga el sol sobre vuestras cabezas, sin haber pagado el salario justo al trabajador.

El hombre religioso y beato no está en capacidad de imponer en el planeta las leyes que puso Carlos Marx, las cuales hoy están ya esparcidas en toda la tierra. Y, ¿quién las ha esparcido? Los principios comunitarios del comunismo. Anticipo a los oyentes: En este retorno que me llaman y así me llaman los cielos Jah Kelium Zeus Induseus, soy completamente apolítico, para que no toméis malas interpretaciones de mis palabras.

Estoy hablando cuando fui Induseus en cuerpo físico de un varón llamado así, Carlos Marx. No prediqué ninguna religión, ni a nadie mandé a que creyese en Dios, ni se arrodillase a nadie, ni siguiera dietas, ni alimentación, ni practicara ejercicios. No vine a enseñarles ningún misticismo, ni ninguna religión. Vine a hacer cumplir una ley sobre la tierra porque ese era mi mensaje: Hacer que los hombres comunes, sean tan comunes como los hombres y que la justicia fuese impuesta por mecanismos cósmicos sobre la faz de la tierra. Ya estas leyes de la obra “El Capital”, llamado así uno de mis escritos, se ha cumplido en toda la tierra. Anticipo a los que me oyen. No respondo por las modificaciones y transgresiones y excesos de cumplimientos fanáticos, perjudicando las empresas de la tierra como lo hacen los sindicatos. Pero gracias a éste mensaje esparcido, esparcido en toda la faz de la tierra, en todos los rincones de la tierra, que fue hecho para los pobres de la tierra, hoy la sirvienta de la casa tiene derecho a su sueldo justo y a todos los salarios que la ley que fue entregada en aquellos días se haga cumplir. Éste escrito de aceptación ha caído sobre los pueblos de la tierra y han aceptado la ley de Marx. En todos los sindicatos existe. En todos los gremios de trabajadores existe esa biblia, existe esa ley es admirada por los pobres y éstos acuden a esas normas y ese espíritu de aceptación fue inculcado en el corazón de los hombres, de los hombres de ley, de los padres de las patrias, de los forjadores de las leyes y de los códigos. Ese Lucifer, ese Marx, ese Induseus, que es el mismo, les ha proporcionado las órdenes mentales para aceptar. Y así todos los países ya han aceptado ésta ley. Y hoy he alzado mis brazos a los cielos, he bendecido a los cielos y a los soles porque un pobre trabajador, esclavo de un rico, que no recibía su justo salario, hoy las leyes de la tierra obligan a que ese patrono le pague el salario con justicia. Obligan a que esa muchacha de servicio que solo era esclava de su patrona, reciba su justo salario y si éste patrono o ésta patrona no lo hace, existen juzgados laborales o juzgados de trabajo que tienen mis leyes en sus códigos, que se las aplican severamente a ese injusto patrón y a esa injusta patrona, para que paguen a las buenas o a las malas el salario justamente devengado por ese trabajador. Ese es el mensaje que vine a cumplir, que fue profetizado por los profetas de la biblia Hebrea: “Enviaré mi mensajero a los cuatro cabos de la tierra, para que los pobres de la tierra reciban el pago de su justo salario”. Donde se esté pregonando ésta doctrina, fundamentar las bases de una doctrina política. Pero las leyes que habrán de venir y extenderse como la ola en el pozo, que llegan hasta los confines de la tierra. Hoy hasta las fincas o haciendas más alejadas ya tienen en sus manos la práctica y la posibilidad de que los trabajadores acudan a un juzgado de trabajo y hagan que el patrono les pague su justo salario.

Ese es el trabajo de Lucifer, de ese mal hombre, llamado así por muchos, Marx, de ese vicioso, de ese fumador, de ese tomador de licores, de ese filósofo, de ese de asqueroso cabello, pidiéndole a los cielos la luz necesaria para darle la posibilidad a los cinturones ricos de la tierra, de no perderse, ni entrar a los profundos abismos, siendo justos con quienes le sostienen sus bienes, sus pertenencias, proporcionarle a los hombres pobres de la tierra el pan que realmente están trabajando y devengando. Ese espíritu valioso de la tierra a la cabeza de los hombres y simultáneamente la esclavitud física de la mayoría de los países de la tierra fue desapareciendo y hoy hay legislación propicia para que al pobre se le pague su justo salario. Ese es el trabajo de Carlos Marx. Bendito sea por haber proporcionado a los hombres las doctrinas obedecidas que Carlos Marx ha extendido. Las naciones de la tierra, algunas detestan estas doctrinas políticas, pero que sin saberlo han aceptado y que ya no pueden salir de los códigos porque han sido aceptadas y establecidas. Ese es Carlos Marx, ese es Induseus, ese es Lucifer con cuerpo físico, transformar esa luz en tinieblas y transformar las tinieblas en luz. Ha salido como un monstruo según los hombres injustos de la tierra, ha salido como un monstruo del abismo, entenebreciendo los capitales. Empero, los pobres de la tierra le consideran un ángel que ha descendido de los cielos para darles luz y libertad físicas. Lucifer, Lucifer para unos es un ángel de los cielos y para otros es un demonio de los infiernos.

Ese es Lucifer. ¿Quién de los mortales de los planetas está exento de las garras y de la luz de Lucifer? Jah Kelium Zeus Induseus. AOM.

KELIUM ZEUS INDUSEUS .