ĀæAlmuerzos de negocios? La alimentaciĆ³n es una gracia divina; no es un menĆŗ con problemas. -M.A.
Quien mucho come, poco come, pues poco vive. -M.A.
Si quieres enfermar cena mucho y vete a acostar. -Sentencia antigua
Por comer tan aprisa en pos de los negocios, se pierde el oro de la salud, que vale mƔs que la plata. -M.A.
Quien quieraĀ vivir sano, que almuerce poco y cene temprano. -RefrĆ”n antiguo
Si quieres ver a tu marido enterrado, prepƔrale a diario un asado. -RefrƔn popular
Es necesario comer con moderaciĆ³n para permitir cine nuestras fuerzas se restauren. -CicerĆ³n
QUĆĀ MITOĀ TAN GRANDE
Hay cierta creencia errĆ³nea con respecto a las proteĆnas, comparable a la que existĆa cuando la ciencia decĆa que la tierra era cuadrada. Lo malo es que hoy dĆa se sigue con eseĀ mitoĀ medieval en cuanto a las proteĆnas. La gente siente miedo a quedarse sin proteĆnas, pero no tiene ni idea quĆ© es en realidad lo que el cuerpo necesita para crecer y fortalecerse.
Los expertos se contradicen en lo que debemos saber de las proteĆnas y le hacen un gran mal a la salud de la gente, induciĆ©ndola a que consuma en exceso alimentos proteicos, empujĆ”ndolos hacia las enfermedades cardĆacas, la alta tensiĆ³n sanguĆnea, el cĆ”ncer, la artritis, la osteoporosis, la gota, las Ćŗlceras y a la vejez prematura, entre otras; todo debido a las fuentes y al consumo indiscriminado de proteĆnas.
Las proteĆnas cĆ”rnicas son las sustancias mĆ”s complejas y difĆciles de digerir. El tiempo promedio para la digestiĆ³n boca-ano, es de 25 a 30 horas cuando se trata de granos; y ese tiempo se puede duplicar cuando las proteĆnas vienen de carnes en descomposiciĆ³n.
Uno no se puede imaginar el estado tan lamentable de putrefacciĆ³n de un cadĆ”ver dentro del organismo, a una temperatura elevada, durante 40 Ć³ 30 horas. ĀæQuĆ© daƱos no podrĆ” causar y quĆ©Ā infinidadĀ de toxinas no podrĆ” dejar?
El cuerpo requiere una cantidad extraordinaria de energĆa para enfrentarse a tan pesada digestiĆ³n, y resta el poder que necesita para desempeƱar otras funciones muy importantes, como el control de las enfermedades que quieren “carcomernos”. Esto debido a que el organismo no alcanza a liberarse de todos los desechos tĆ³xicos que produce la putrefacciĆ³n, y entra en pĆ©rdida.
CUESTIĆN DE INTELIGENCIA
EstĆ” comprobado que el cuerpo recicla el 70% de su residuo proteĆnico y sĆ³lo pierde al dĆa 23 gramos de proteĆna.
Con todo esto, nuestro cuerpo sĆ³lo necesita 700 gramos de proteĆna por mesĀ y la mayorĆa de las personas sobrepasan por mucho esa cantidad. Esto las hace engordar y “echar carnes flojas, sin mĆŗsculo”.
Los animales mĆ”s fuertes son losĀ elefantes, los bueyes, los caballos, los bĆŗfalos y el gorila plateado. Este Ćŗltimo puedeĀ arrojarĀ a un hombre a una distancia de seis metros. ĀæQuĆ© comen todos ellos?Ā VegetalesĀ y frutas. Entonces, Āæde dĆ³nde sacan ellos la excelente proteĆna que conforma sus poderosos mĆŗsculos?
En ningĆŗn momento de la carne, que los enfermarĆa como ocurre con el ser humano el cual, al no ser carnĆvoro por naturaleza, enferma gravemente cuando maltrata su estĆ³mago e intestinos con cadĆ”veres en descomposiciĆ³n. Le descomponen la armonĆa de su cuerpo y pierde su salud.
MALA Y BUENA PROTEĆNA
La proteĆna no se forma enĀ el cuerpo humanoĀ comiendo sĆ³lo proteĆna animal, sino a partir de los aminoĆ”cidos o proteĆnas contenidos en los alimentos.Ā Comer carne, pollo o pescado con la idea de que ello nos brinda las mejores proteĆnas, es un absurdo. La proteĆna animal no la puede usar el cuerpo en su estado natural tal como es la carne. Se requiere un complicado proceso -queĀ recargaĀ el organismo- para desdoblar, es decir, destruir esa proteĆna y convertirla en aminoĆ”cidos para luego, con estos Ćŗltimos, fabricar las cĆ©lulas humanas que forman nuestro cuerpo.
Realmente debemos ingerir excelentes aminoĆ”cidos o proteĆna vegetal para fabricar nuestra propia carne y, asĆ, evitarnos el largo, complicado y perjudicial proceso que requiere la carne para, al final, alimentarnos mucho menos de lo que pueden hacer losĀ vegetalesĀ y las frutas en un proceso mĆ”s directo y armonioso.
AdemĆ”s ĀæquiĆ©n ha dicho que las frutas,Ā vegetalesĀ y granos no tienen suficientes proteĆnas para alimentar al hombre? Las tienen en suficientes cantidades y de excelente calidad; fĆ”ciles de digerir y asimilar.
El hombre come proteĆnas pero no se alimenta de proteĆnas.
CUENTO
Dos hombres necesitaron fabricar sus casas. El primero comprĆ³ una construcciĆ³n vieja, la demoliĆ³, tomĆ³ todos losladrillosĀ quebrados y los moliĆ³.
El polvo obtenido lo remojĆ³ y lo amasĆ³ durante mucho tiempo para obtener barro. Al barro tuvo que quitarle los pedazos de cemento que le habĆan caĆdo y partes deĀ escombrosĀ de la antigua construcciĆ³n.
Esto produjo mucha basura y le costĆ³ mucho trabajo deshacerse de ella. DespuĆ©s de muchos dĆas de trabajo comenzĆ³ moldear el barro para convertirlo enĀ ladrillosĀ nuevos.
De pronto se dio cuenta que el compaƱero, que tambiĆ©n comenzĆ³ a hacer la casa el mismo dĆa, ya la habĆa terminado. Resulta que este hombre, mĆ”s inteligente que el primero, en vez de tumbarĀ escombros, molerĀ ladrillosviejos y amasados, fue por barro nuevo y fabricĆ³ losĀ ladrillos, de una vez, evitĆ”ndose el trabajo tan inoficioso que hizo el primer hombre poco inteligente.
Al igual que el primer hombre, las personas que comen carne para obtenerĀ ladrillosĀ -perdĆ³n, proteĆnas-, ponen a trabajar el organismo inoficiosamente, haciĆ©ndolo “moler, remojar y amasar” las proteĆnas animales, que son complejas, hasta convertirlas en aminoĆ”cidos, los cuales se pudieran haber obtenido de una manera mĆ”s fĆ”cil, sin recargar el organismo con otros “escombros” perjudiciales.
El hombre no se alimenta de proteĆnas sino de aminoĆ”cidos; las proteĆnas de las frutas yĀ vegetalesĀ se dejan transformar fĆ”cilmente en aminoĆ”cidos sin recargar el organismo, y nos brindan absolutamente todos los aminoĆ”cidos esenciales que requerimos.
EL PODER DE LOSĀ VEGETALES
Las plantas son capaces de sintetizar los aminoĆ”cidos a partir de aire, tierra y agua. Pero los animales, incluyendo el hombre, dependemos de las proteĆnas de las plantas.
Existen 23 aminoĆ”cidos esenciales, de los cuales 15 pueden ser producidos por nuestro cuerpo y 8 (Ć³ 9) deben ser derivados de lo que comemos. Entonces, sĆ³lo a estos ocho Ćŗltimos se les llama esenciales. Si comemos frutas, verduras, nueces, semillas o brotes, estaremos recibiendo todos los aminoĆ”cidos necesarios para que el cuerpo construya toda la proteĆna que necesita.
LA CARNE: PĆSIMO ALIMENTO
La proteĆna de la carne esĀ de segunda mano: se obtiene primero de losĀ vegetales, pasa al animal y luego al hombre ya en forma compleja y difĆcil de asimilar. Los alimentos cĆ”rnicos tienen que ser descompuestos para luego poder organizarlos como proteĆna humana.
Como los aminoĆ”cidos son muy delicados, el fuego a que estĆ” sometida la carne los destruye en su mayor parte y no son utilizados por el cuerpo. Los aminoĆ”cidos que se coagulan con el calor se vuelven tĆ³xicos y se suman al peso corporal engordando a la persona con “carne floja”. El corazĆ³n, losĀ pulmonesĀ y el sistema defensivo tienen que ocuparse en mantener esa carne “zĆ”ngana” que no sirve sino para estorbar, crear vejez prematura y enfermar.
Por otra parte, la carne es muy alta en grasas saturadas, o sea aquellas que no se pueden convertir en energĆa y causan ataques cardĆacos. FisiolĆ³gicamente el hombre no estĆ” hecho para comer carne y el Ćŗnico efecto que tiene Ć©sta sobre la salud es deteriorarla.
Las proteĆnas no aumentan nuestra fuerza vital ni nuestro vigor, y el exceso provoca deshidrataciĆ³n. Otro absurdo bien extendido, incluyendo a mĆ©dicos mal informados, es que la vitamina B12 sĆ³lo se obtiene de la carne. iFalso! ĀæDe dĆ³nde la sacan los animales que no comen carne y que la necesitan igual o mĆ”s que nosotros? Pues de las plantas.
Aunque es cierto que es escasa, es porque la Naturaleza sabe que el cuerpo la necesita en mĆnimas cantidades y, ademĆ”s, la sintetiza mediante el “Factor IntrĆnseco” segregado por el estĆ³mago. La vitamina B12 es creada por la flora intestinal. Un solo miligramo de vitamina B12 puede durarnos dos aƱos y toda persona que se alimente sanamente, tiene provisiĆ³n para cinco aƱos.
No debemos reemplazar la carne por nada, pues es como decir Āæcon quĆ© reemplazo un alimento pĆ©simo que estoy comiendo? Pues con nada, que es mejor. Los huevos tampoco son necesarios, porque ya sabemos que los aminoĆ”cidos se coagulan con el calor y lo que queda del huevo frito es alimento chatarra. El huevo tambiĆ©n es un alimento putrefacto que daƱa el tracto intestinal. Deja un huevo sin cĆ”scara por mĆ”s de 5 horas, huĆ©lelo y concluye. Ya en el organismo dura mĆ”s de 25 horas en un estado inmundo de putrefacciĆ³n.
CĆMO GOZAR DE PERFECTA SALUD
Los vegetarianos son las personas mĆ”s saludables en el planeta y no tienen por quĆ© preocuparse en cuanto a la carencia de proteĆnas, pues combinan alimentos integrales y obtienen suficientes proteĆnas de excelente calidad.
En cambio, los carnĆvoros “sĆ” tienen que preocuparse por el exceso de proteĆna de baja calidad presente en la carne, puesto que son largas cadenas difĆciles de desdoblar y los elementos nocivos (grasas saturadas, desechos tĆ³xicos al cual se liga) desembocan siempre en enfermedades cardĆacas, artritis, osteoporosis, gota, hipertensiĆ³n arterial y cĆ”ncer. De eso no se escapan quienes comen carne. Lo anterior estĆ” comprobado hasta la saciedad.
No necesitamos tanta proteĆna como se nos ha hecho creer; y esa ignorancia ha costado mĆ”s enfermos graves y muertos que los accidentes de trĆ”nsito, el licor y el cigarrillo juntos.
El reino vegetal produce en abundancia todos los aminoƔcidos que requiere el cuerpo.
Otra ignorancia que se desliza por las columnas de las facultades de medicina, profesionales y dietistas, es que los aminoƔcidos esenciales que requerimos han de ingerirse al mismo tiempo. Nada de eso.
El organismo cuenta con cuatro almacenes de aminoĆ”cidos a los que puede acudir cada vez que la persona no los consuma. Estos cuatro almacenes de aminoĆ”cidos son: el sistema sanguĆneo, el sistema linfĆ”tico, el hĆgado y las mismas cĆ©lulas que, como abejas, sintetizan mĆ”s proteĆnas de las que necesitan para cuando sean necesarias.
La gran prueba se ha encontrado en los ayunos prolongados que han tenido personas por tiempos mayores a un mes y no se han encontrado en ellos daƱos estructurales por falta de proteĆnas.
Una publicaciĆ³n de laĀ Nutrition and DieteticsĀ por C. S. Nasset, va mĆ”s allĆ” y demuestra cĆ³mo el cuerpo puede fabricar cualquiera de los aminoĆ”cidos no ingeridos en las comidas, lo cual hace a partir de sus reservas para el efecto.
La ignorancia al respecto la inyectaron los altos poderes comerciales internacionales productores de carne, contagiĆ³ a las universidades, mĆ©dicos y dietistas hasta que infectĆ³ a la masa con el falso concepto de que si no comen carne, se desnutren por falta de aminoĆ”cidos o proteĆnas.
AquĆ ocurren dos cosas: o la dietĆ©tica clĆ”sica desconoce la realidad -esto serĆa un caso triste y melancĆ³lico-, o los profesionales engaƱan a la gente con falsedades, lo cual serĆa una falta de Ć©tica o moral. De todas maneras ambos casos son deplorables.
La Naturaleza, quien fue la que creĆ³ el cuerpo del hombre y de los animales, previĆ³ el hecho de que en algĆŗn momento los seres vivos no tendrĆan a diario el alimento completo, y por eso creĆ³ despensas de almacenaje de los alimentos que no pudiese ingerir al mismo tiempo de necesitarlos.
Lo anterior lo comprueban cientos de millones de vegetarianos que hoy viven en el mundo, obviamente sin necesidad de carne, y, como lo han comprobado, envejecen menos, son mĆ”s Ć”giles y fuertes, sufren menos enfermedades y viven mĆ”s vigorosos y felices que los carnĆvoros, los cuales son pasto fĆ”cil de todos los achaques habidos y por haber.
No esperes medicinas milagrosas ni terapias fantĆ”sticas; primero puede llegar la muerte. Si tu mal es real, lo Ćŗnico que te puede curar es un cambio en tu manera de comer.
“El 100% de quienes practiquen lo que dice este libro, tienen la seguridad de sanar. La uniĆ³n del rebaƱo obliga a acostarse al leĆ³n con hambre. La uniĆ³n de todas las potencias enunciadas en este libro, obliga a la enfermedad a retirarse. Veo a un hombre que trata de quebrar una enorme roca asestĆ”ndole martillazos. Lleva 11 fuertes golpazos y la roca no se quiebra. SĆ³lo presenta una pequeƱa hendidura. El hombre no se vence; asesta el doceavo martillazo, la roca se parte bruscamente en dos. No fue el Ćŗltimo golpe el que la hizo partir, sino la suma de todos los anteriores.” -Jacob Riis
Estoy de acuendo y gusta lo saludable
Desde mi perspectiva, Ā”excelente aporte!, junto con muchos otros que encontramos en la red, poco a poco van despertando a la humanidad del sueƱo profundo en que se encuentra, gracias por estar.
verdaderamente los mĆ©dicos de medicina tradicional nos han engaƱado durante mucho tiĆ©mpo gratĆsimas por sus aportes.
Wooowww Hermosa Inf0 que la verdad desconocĆa, pero que ahora comparto Gracias por todo!!! =D @.@/// =P xD
Lo que no entiendo es porque los grandes atletas y deportistan no son vegetarianos,los hombres que realizan trabajos rudos tampoco son vegetarianos,podra un vegetariano trabajar en un socabon_? o participar de una maraton de 42 kilometros? creo que la conquista de estas posiciones seria un buen argumento de la calidad de ser vegetariano
EstĆ”s equivocado.BusquĆ© en la web y hay cualquier cantidad de atletas olĆmpicos de diversas disciplinas que son vegetarianos o veganos.
SLDS.
exelente a porte para la salud, nos van en caminando a una buena forma de vivir
hasta la presente, aƱo 2014 lo que dice Jose es muy cierto no hay ningĆŗn atleta vegetariano que se destaque. todos son de la vida diaria normal. el LeĆ³n no es vegetariano solo come carne y es el mas fuerte de la selva. el vegetariano habla desde su punto de vista y cree que es lo ultimo en la panacea. tambiĆ©n como el que solo come carne. de todas maneras de algo nos tenemos que enfermar y morir. las enfermedades hacen parte de este mundo y no las podemos evitar e incluso algunas ni prevenir cualquier vegetal por alguna circunstancia puede estar contaminado y enfermamos y morimos. yo creo que todo debe ser equilibrado un poquito de aquĆ y un poquito de allĆ” y cuando las circunstancias lo requieran. por encima de todo hay que mantenernos vivos y Dios nos dio esta vida para vivirla y administrarla y de acuerdo a la Ć©poca. ejemplo JesĆŗs acudiĆ³ a los peces(carne de Pez)moisĆ©s a los becerros etc. no importante es no ser fanĆ”ticos.
tengo 69 aƱos y hace 40 que no como carne…camino rĆ”pido y reciĆ©n este aƱo me jubilo de docente en expresiĆ³n corporal con pequeƱos y de profe de matemĆ”ticas en secundario…hice yoga en mi juventud y tuve Maestros que me explcaron lo mismo que esta nota ….soy muy delgada desde hace aƱos y en contra de suposiciones de los que me rodean …no tengo anemia ni otras cosas que alguna gripe comĆŗn….estoy de acuerdo con el comentario y ademĆ”s han agregado cosas que yo no sabia…gracias…Cristina
Hace 36 aƱos que soy vegetariana y gozo de perfecta salud.Conozco la biblia de memoria,sobre todo el antiguo testamento que me parece el mĆ”s interesante y hay que saber leer “entre lĆneas”porque la iglesia catĆ³lica modificĆ³ muchas cosas a su conveniencia.
SLDS.264
A los gladiadores romanos los alimentaban solo con granos, semillas y cereales y eran los mas fuertes de esa sociedad. El signo del pez de la cristiandad fue porque Jesus vino en la era pisciana. No creo que Jesus comiera carne. Los grandes maestros espirituales no comian carne, entre ellos Ghandi, Khrisnamurti, y otros.
estoy de acuerdo ser vejetariano es mucho mejor