Existen en el mundo millones de madres y padres de familia sin preparación técnica de ninguna especie. Es doloroso contemplar a tantos millones de padres y madres sin preparación para ganarse la vida, esas pobres gentes que viven por lo común una vida miserable. Este es un problema gigantesco que entre todos nosotros debemos resolver, si es que honradamente y sinceramente queremos una verdadera democracia.

Realmente resulta axiomático afirmar que todavía la democracia no existe. Necesitamos crearla. Podemos crear la auténtica y legítima democracia, eso sólo es posible acabando con todos los problemas económicos de los pueblos. Estamos plenamente seguros que si el individuo se prepara técnicamente, los pueblos se industrializan. Todo pueblo altamente industrializado marcha inevitablemente dentro de los carriles de un nivel superior de vida.

El mundo es el individuo y si éste último no tiene suficiente preparación técnica y habilidades suficientes como para ganarse la vida honradamente, el resultado tiene que ser inevitablemente el hambre y la miseria de los pueblos.

Es urgente comprender la necesidad de crear una auténtica y legítima democracia sobre las bases firmes del Socialismo Cristiano. No importa el nombre que le demos a este último. Bien podríamos llamarlo socialismo budista, mahometano, etc.

Lo importante es que no sea socialismo soviético de tipo ateo y Anti- religioso. No queremos caer en las teorías conservadoras y reaccionarias del materialismo dialéctico y del materialismo histórico. Dichas teorías fueron revolucionarias para su época, pero ahora es claro que resultan conservadoras y lo peor del caso reaccionarias también.

Necesitamos trabajadores sociales de buena voluntad para crear la AUTÉNTICA Y LEGÍTIMA DEMOCRACIA. Estos trabajadores pueden hacer gigantesca labor de preparación técnica entre las multitudes, los sindicatos pueden convertirse en verdaderas escuelas apostólicas de sacrifico y amor al prójimo. Los trabajadores sociales de cada gremio pueden organizarse para hacer labor social. Los carpinteros, zapateros, peluqueros, albañiles, mecánicos, etc., bien pueden dictar cursos de enseñanza técnica en todos los sectores de las ciudades, y en todos los pueblos de la tierra, para ayudar a aquellos que no están preparados debidamente para la lucha por el pan de cada día.

Las trabajadoras sociales deben dictar cursos de extensión cultural y preparación técnica en los distintos sectores de las ciudades, pueblos y aldeas, para todas aquellas mujeres del pueblo que no están preparadas para manejar sus hogares debidamente, ni para ganarse el pan de cada día. Las mujeres necesitan conocer prácticamente la cocina, alta cocina, modistería, artes manuales, etc.

Los hermanos y hermanas de todas las escuelas ocultistas, rosacrucistas, teosofistas, Yoguis, etc., etc., etc. Los hermanos de todas las religiones, sectas, y creencias, deben convertirse en trabajadores sociales y cooperar por caridad en esta gigantesca labor de CREAR UNA AUTÉNTICA Y LEGÍTIMA DEMOCRACIA. Sobre esta base de acción social, se deben unir todas las religiones, escuelas y creencias.

Sólo la acción social de tipo caritativo puede unir a todas las escuelas y religiones.

Es urgente una confederación de todas las religiones, escuelas y creencias para trabajar con programas definidos de acción social.

Sabemos el caso de trabajadores sociales de muy buena voluntad que en pequeños salones, en patios, en escuelas, etc., hacen labor social ayudado a otros, preparando técnicamente a muchas mujeres que no saben trabajar, todo eso es hermoso. Conocemos también ciertos sindicatos que ya hacen labor social ayudando a los hombres, preparándolos técnicamente, enseñándoles artes y oficios para ganarse la vida. En esto, México ha dado el ejemplo que muchos países debieran imitar.

No debemos aguardar que los gobiernos hagan todo. La nueva era debemos hacerla todos nosotros. Todos debemos cooperar, todos debemos poner nuestro granito de arena en esta gran obra.

Es urgente comprender la necesidad de acabar con el egoísmo y cultivar el Cristo-centrismo. Es indispensable comprender la necesidad de crear la legítima democracia; Si es que realmente queremos salvarnos de la desgracia comunista con su marxismo brutalizante.

Se hace necesario comprender que estamos en el borde de una gran desgracia social.

Recordemos todos los horrores bestiales de las hordas comunistas chinas en el hermoso país del Tibet. Millares de monjes budistas fueron asesinados y masacrados horriblemente, los bárbaros amarillos comunistas se burlaron de las santas ceremonias religiosas, y violaron monjas y cometieron espantosos asesinatos; todo en nombre de un materialismo dialéctico estúpido. Todo en nombre de teorías que jamás se pueden demostrar y que nunca podrán resistir un análisis de fondo.

Recordemos la carnicería de Hungría. Los horrores de los bárbaros asesinando a la población húngara. Se podrían escribir millares de volúmenes sobre la barbarie comunista.

La hora que vivimos es crítica y terriblemente peligrosa. Sólo puede salvarnos la creación de una legítima democracia. Necesitamos aprender a cooperar si es que realmente anhelamos de todo corazón salvarnos del azote comunista, Leninista-Marxista.

Dentro del sistema comunista cada individuo es una simple pieza de la maquinaria social cuya palanca es el estado.

En el sistema comunista desaparece la unidad de la familia. Los hijos son del estado. A determinada edad el estado se lleva sus hijos para meterles en la cabeza sus asqueantes teorías materialistas. Todo eso es realmente horrible. Las hordas comunistas se llevaron del Tibet miles de niños con el propósito de meterles en Pekín, las inmundas teorías materialistas arbitrarias y estúpidas que jamás podrán ser debidamente demostradas, comprobadas científicamente.

El comunismo brutalizante es hijo del hambre y de la miseria. Si los pueblos se preparan técnicamente el hambre se acaba. Donde no hay hambre no hay comunismo.

Debemos hacernos más responsables, menos egoístas. Debemos aprender a cooperar. Sólo así podemos salvarnos del socialismo marxista-leninista.

Sólo así podemos salvarnos de la peste comunista y de los horrores desatados por la URSS.

Fue horrible el secuestro de más de diez mil niños en el Tibet. Se llevaron los niños para dañarles la mente, para pervertirlos, para meterles el inmundo veneno del materialismo.

Todavía los gobiernos de la tierra no pueden hacerse cargo de la crianza y total preparación de los niños. Aún estamos en estado de lamentable atraso, y sin embargo ya los tiranos de Pekín se robaron los niños del Tibet. Ese es el porvenir que nos aguarda si no nos preparamos técnicamente.

Fue espantosa la matanza de millares de monjas y de monjes en el Tibet se creyeron muy sabios los chinos soviéticos con las teorías estúpidas de Carlos Marx metidas en la cabeza y violaron monjas y luego las asesinaron, y mataron monjes y los torturaron villanamente. Este es el porvenir que aguarda a la América Latina y a todos los países del mundo libre, si por desgracia no somos capaces de prepararnos técnicamente, y de acabar para siempre con el monstruo del hambre y la miseria.

Volver al Índice – El Cristo Social por Samael Aun Weor