Otra técnica creada por los dioses para modificar la genética humana

Por Yuilvattior

En el templo Arkelón la actividad no cesa durante el día. A todo instante su suelo debe ser transitado por decenas de parejas que acuden a él con el fin de hacer tres runas específicas: la Tiro Tallo, la sanguijuela y la Caimán.

La Tiro Tallo es a aquella que tanto trabajo dio en las primeras olimpiadas, pero que en la segundas fue dominada ya por los más preparados. Esta es practicada por varones al rededor de una Eva que va haciendo la runa Sanguijuela en un óvalo de 69 metros en el centro del Arkelón.

En este caso, el varón no era el esposo de la Eva; en cambio la runa Caimán fue practicada por esposos que rodeaban a su esposa durante todo el recorrido, y debían hacerlo en la misma forma en que caminan los caimanes.

En los dos casos se trataba de reformar la genética humana y los hombres no estuvieran ‘caimaniando’ a otras Evas.

En el caso de la Evas, se practica esta runa para lograr una conexión del sol central de la galaxia con el plexo solar de la Eva y de este con el sol de nuestro sistema y el del interior de la tierra. Esto, además, provoca un cambio de comportamiento en el plano físico y en los cuerpos de conciencia de quienes hacen esta práctica y un cambio general en la genética humana hacia propósitos más sacros, según la doctrina del Señor Diógenes.