armas-destruccion-masiva-1La “guerra climática” amenaza potencialmente el futuro de la humanidad, pero ha sido excluida con indiferencia de los informes por los que el Panel Intergubernamental del Cambio Climático de las Naciones Unidas (IPCC), recibió el Premio Nobel de la Paz en el 2007. Evidentemente la ONU es un instrumento títere del sionismo.

Los científicos sionistas en EU y en Israel, han inventado un arma supersecreta que puede modificar el clima del mundo con una nueva generación de armas electromagnéticas avanzadas.

Tanto en EU- Israel como en Rusia también, han desarrollado capacidades para manipular el clima del mundo, para uso militar. Los científicos en EU al servicio del Pentágono, han aplicado técnicas de modificación del medioambiente durante más de medio siglo.

El matemático estadounidense John von Neumann, comenzó su investigación sobre la modificación del clima a fines de los años cuarenta en plena guerra fría y previó formas de guerra climática aún no imaginadas. Durante la guerra de Vietnam, se utilizaron técnicas de bombardeo de nubes, comenzando en 1967 con el proyecto Popeye, cuyo objetivo era prolongar la estación del monzón y bloquear rutas de suministro del enemigo, a lo largo de la pista Ho Chi Minh.

Las fuerzas armadas de los EU, por orden del sionismo, han desarrollado capacidades que les permiten alterar selectivamente los modelos climáticos.

La tecnología que está siendo perfeccionada bajo el Programa de Investigación de Aurora Activa de Alta Frecuencia (HAARP) es un apéndice de la Iniciativa de Defensa Estratégica: la “ Guerra de las Estrellas”.

Desde el punto de vista militar HAARP es un arma de destrucción masiva, que opera desde la atmósfera exterior y es capaz de desestabilizar sistemas agrícolas y ecológicos en todo el mundo.

La modificación del clima, según el documento de la Fuerza Aérea de EU AF 2025 Informe Final, dice: “Ofrecemos al combatiente en la guerra una amplia gama de posibles opciones para derrotar o coercer a un adversario, sus capacidades se extienden a la provocación de inundaciones, huracanes, sequías y terremotos.

La modificación del clima se convertirá en parte de la seguridad interior e internacional y podría ser realizada unilateralmente. Puede tener aplicaciones ofensivas y defensivas e incluso ser utilizada para propósitos de disuasión.

La capacidad de generar precipitaciones, niebla y tormentas en la tierra o de modificar el clima en el espacio y la producción de clima artificial, forman todos un conjunto integrado de tecnologías militares”.

En 1977, una convención internacional que prohíbe “el uso de técnicas militares u otras hostiles de modificación del medio ambiente que tengan efectos generalizados, duraderos o severos”, fue ratificada por la Asamblea General de la ONU.

Definieron las técnicas de modificación del medio ambiente, como cualquier técnica para cambiar a través de la manipulación deliberada de procesos naturales, la dinámica, la composición o la estructura de la tierra, incluyendo su biosfera, litósfera, hidrósfera y atmósfera o el espacio exterior”.

Esto fue reafirmado en la Convención Marco de la ONU, firmada en la Cumbre en Rio en 1992, pero como siempre los judíos sionistas manipulando a la ONU, prohibieron hablar sobre el uso militar que se ha convertido en un tabú científico. ( Qué dictadura tan feroz!!!, como manipulan todo los judíos!) Los analistas militares guardan silencio sobre el tema. Los metereólogos no investigan el asunto, porque el que lo investiga lo asesinan, y los ecologistas se concentran en las emisiones de gases invernadero bajo el Protocolo de Kyoto, sin tocar tampoco el tema, echándole la culpa al cambio climático y al aumento de temperatura global.

Tampoco se incluye la posibilidad de manipulaciones climáticas o medioambientales como parte de una agenda militar, eso lo prohíbe investigar el sionismo, en secreto por supuesto, como todo lo que hacen.

Extraído de: “La Guerra Final Año 2012″ – por Emiliano Zapata