El caso de Cuba es terriblemente doloroso. La perla del caribe ha caído en las garras del comunismo; realmente Cuba ha sido víctima de las dictaduras. Primero: la dictadura Batista, y luego la espantosa doctrina comunista de Castro Rus.

En principio, dictadura capitalista, después dictadura comunista.

Cuando Castro se levantó en armas contra el régimen de Batista, hasta los mismos Gringos le dieron armas, todo el mundo estuvo de acuerdo con la revolución de Castro en sus comienzos, cuando éste prometía pan y libertad desde la sierra maestra. Una vez más decimos que las revoluciones de sangre y aguardiente sólo condicen al fracaso; esto está definitivamente comprobado en el caso de Cuba. Hoy la bella isla del Caribe se ha convertido en un trampolín del Marxismo Leninismo.

Todos los países de América Latina se encuentran convulsionados por guerrillas y saboteadores de tipo marxista leninista; en Cuba se entrenan todos los comunistas de América; ahí reciben instrucción y preparación en la Guerra de Guerrillas.

Las cárceles cubanas están llenas de millares de ciudadanos que no aceptan ni pueden aceptar la barbarie brutalizante del marxismo leninismo. Por primera vez en la historia tenemos al asqueante marxismo de la URSS metido en nuestra amada América.

Cuba se encuentra en la miseria; en Cuba hay hambre. Castro ha traicionado a la revolución; Castro es un traidor.

Cuba es un verdadero infierno. Cuba ya no es la hermosa isla de otros tiempos; aquella isla que visitaban todos los turistas, Cuba es ahora una isla de suplicio y amargura esa es la espantosa realidad de estos tiempos.

Es absurdo, manifiestamente absurdo querer obligar a otros a pensar a la fuerza en cosas que no quiere aceptar la gente, es estúpido querer meterle a la fuerza ideas comunistas a quien no las quiere aceptar, es Maligno, espantosamente Maligno, meter a la cárcel a otros por el delito de no querer aceptar las ideas marxistas. Eso de usar la violencia para obligar a otros a aceptar determinadas teorías es bárbaro y estúpido. No es el camino de la violencia el más indicado para resolver los problemas económicos o sociales de los pueblos, es necesario comprender que debemos aprender a respetar el libre albedrío de los demás; todo acto de violencia o compulsión mental o coacción intelectual es estúpido.

La vida no se resuelve con teorías ni proyectos, Castro ha querido resolver los problemas económicos de Cuba con teorías, proyectos, cárceles, fusilamientos, etc., el resultado es inevitablemente el fracaso. Se ha convertido Castro en un monstruo sediento de sangre.

Quiere Castro pasar a la Historia como un segundo Lenin. Realmente Castro pasará a la historia como un monstruo sediento de sangre, eso es todo. Ni Castro, ni Lenin, pueden jamás resolver los problemas del mundo, porque los problemas del mundo son los problemas del individuo y mientras éste no resuelva sus problemas el mundo continuará siendo así como es. El mundo es el individuo, sólo transformándose el individuo se transforma el mundo.

Realmente la violencia no resuelve nada, absolutamente nada. Los más graves problemas de la humanidad se pueden resolver mediante la Comprensión Profunda.

Todo se puede estudiar, todo se puede aclarar y resolver inteligentemente si aprendemos a cooperar y ser pacíficos.

Todo se puede arreglar acabando con el egoísmo y la codicia.

Los problemas sociales y económicos pueden ser resueltos a base de Cooperación y Sabiduría.

En mesa redonda se pueden discutir los problemas más graves y resolverse por medio de la inteligencia. Es absurdo usar la violencia para resolver problemas; la violencia no puede resolver absolutamente nada.

El caso de Cuba es gravísimo, empero no se debe oponer la violencia a la violencia. Castro y el Marxismo-Leninismo pueden ser combatidos mediante la política nacional de no violencia, no resistencia al mal. No-cooperación con el castrismo.

Los obreros tienen en sus manos todo el poder, los obreros de Cuba con un paro total absoluto en toda la isla por tiempo indefinido, podrían acabar con el régimen de Castro Rus. Esto costaría es claro, muchos miles de víctimas pero el éxito sería total.

Si los cubanos aman su patria deben demostrarlo uniéndose para combatir a Castro con la no-violencia y no-cooperación.

El castrismo llenó de hambre a Cuba. Castro expropió las compañías Americanas de todas sus fábricas para nada, porque esas fábricas ahora están quietas por falta de personal técnico. Antes, en otros tiempos, dichas fábricas le daban trabajo a miles de trabajadores cubanos.

Es horrible ver en nuestra amada América la asqueante doctrina del marxismo leninismo. Es espantoso ver en el caribe los horrores de la URSS.

Hay algo peor todavía; hay algo que nos hiela el alma. Castro odia las religiones. Castro persigue a los religiosos en nombre de sus estúpidas teorías materialistas que no resisten un análisis, las teorías marxistas son pura sofistería.

Castro está sacando a los niños de Cuba para educarlos en la URSS. Cree así Castro que esos niños se van a convertir en ciudadanos útiles, con el hecho de meterles en la cabeza la doctrina de Marx. Naturalmente eso es absurdo, porque la doctrina de Marx no resiste un análisis, es absurdo. Castro está fanatizado por una teoría absurda sin fundamentos sólidos, el resultado es que de su fanatismo y equivocación, resultan miles y millones de víctimas.

El pueblo, el pobre pueblo, tiene que pagar caro el fanatismo marxista de Castro.

Cuba gime de dolor, Cuba ha caído en manos de la URSS.

CÁRCELES Y TRABAJOS FORZADOS.

En estos momentos, Cuba sufre y millares de personas están encerradas en las cárceles; actualmente ya nadie es dueño de su persona en la bella isla de Cuba. Quien no acepte el marxismo leninismo es llevado a trabajos forzados en las granjas colectivas, o encerrado en horribles prisiones.

El sistema comunista de trabajos forzados con campos de concentración y cárceles ha entrado en América por el lado de Castro Rus, ahora todos los países libres del continente americano deben resolver el problema económico de los pueblos si es que realmente quieren salvarse del abominable comunismo.

Volver al Índice – El Cristo Social por Samael Aun Weor