En tiempos muy remotos parece ser que hubo bosques con árboles gigantescos, mucho más altos que los que hoy por hoy se consideran altos, superando los kilómetros de altura. La Tierra está repleta de evidencia que comparativamente atestigua lo que son vestigios de troncos gigantescos cortados por máquinas o por fenómenos naturales, ej. rayos.