Doscientos años después y la veintena de inviables naciones artificiales creadas en Hispanoamérica luego de la secesión del Reino de España, ninguna levanta cabeza, ¿por qué será?

Según la primera constitución política de España de 1812, modelo a seguir después para muchos países cuando entró en vigor el concepto de nación-país. España, baluarte del humanismo y de la promulgación los Primeros Derechos del Hombre – pequeños detalles que se obvian contar en las escuelas. ¡Claro! La historia la cuentan los vencedores.

¿Qué país fue el beneficiario principal de la supuesta “independencia” y atomización del territorio hispanoamericano? ¿Acabó esa atomización con la independencia? ¿Qué hay del independentismo Catalán? ¿Hacia donde va el asunto de los pueblos originarios?

Cuando no pudo por vía militar arrebatar los territorios a la monarquía hispánica, cambió de estrategia y decidió romper con la unidad por vía de la traición desde adentro, ¿cómo se financió el logro de las “independencias” en América? ¿De dónde vino el apoyo logístico y militar para conseguirlo? ¿Quiénes fueron los agentes al servicio de esa fuerza externa detrás del proceso independentista?

No fueron ánimos libertarios, fue dinero, siempre ha sido el dinero, tierras, títulos, expoliación lo que hizo que muchos se sumaran al espíritu “libertario”. Documentos históricos relatan las atrocidades y las postrer valoraciones demasiado tarde de los “libertadores” al ver el caos y desorden que quedó en los otrora territorios españoles. Es algo como el caos que impera donde los anglosajones hoy han exportado su “democracia” a Irak, a Afganistán, a Libia.

Con la agitada situación política y económica que se está presentando este año 2019 en Ecuador, Bolivia, Argentina, Chile, ¿cuál sería la salida? Repasar la historia despartará las adormiladas mentes para concebir esa respuesta.