Este ser demonĆaco y malvado, CONSTANTINO, rodeado de un conjunto de seres, igual de demonĆacos, como ya hemos explicado, fraguaron el monstruo de la iglesia catĆ³lica y lo materializaron en el Concilio de Nicea en el 314 D.C.
Ya se ha explicado suficientemente cĆ³mo fraguaron y se inventaron el dogma absurdo e infernal, deformando completamente la doctina que sembrĆ³ el Cristo JesĆŗs en la tierra.
Como era un grupo de homosexuales degenerados que odiaban a las mujeres, devaluaron y estigmatizaron lo femenino, todo lo contrario a lo que enseĆ±Ć³ el Cristo JesĆŗs.
El Cristo diĆ³ el secreto del Grial y de la Espada, que son los Ć³rganos sexuales femenino y masculino, como enseƱa la gnosis, Vemos en los Libros del Gran Maestro Samael Aun Weor, los cuales los encontramos fĆ”cilmente en Internet o en multitud de librerĆas, que la uniĆ³n sexual, entre hombre y mujer sin derrame seminal, vuelve a los hombres superhombres y a las mujeres supermujeres.
La magia sexual que genera superhombres y supermujeres y los eleva hacia Dios, fue enseƱada por todos los Grandes Avataras como Hermes Trismegisto, MoisĆ©s, JesĆŗs, Samael y muchos otros que han venido a Ć©sta esfera a enseƱar la Sakras Verdades de Dios, y los procedimientos para que la raza se eleve espiritualmente hacia El.
La iglesia catĆ³lica romana naciĆ³ como una macromentira canalla, y hoy despuĆ©s de casi 1.700 aƱos sigue sin cambiar. Constantino, emperador de Roma, homosexual y degenerado, pero muy inteligente para la maldad, como discĆpulo y servidor satĆ”nico, se inventĆ³ junto con sus acĆ³litos o secuaces, que la mujer era pecaminosa, y que el acto sexual entre hombre y mujer, era algo sucio, vergonzoso y demonĆaco. Los sacerdotes de Ć©sta iglesia, por lo tanto, debĆan permanecer cĆ©libes, solteros y no tener contacto sexual con mujeres, era permitido, aunque no se publicĆ³ por escrito, pero si en la prĆ”ctica el homosexualismo dentro del clero, en los monasterios y clĆ”ustros catĆ³licos.
La brutal cruzada para reeducar en el Imperio romano y posteriormente en la Edad Media, a las gentes practicantes desde la antigĆ¼edad, del culto a lo femenino, se extendiĆ³ por todo el mundo donde la iglesia catĆ³lica romana extendĆa sus dominios y por siglos, empleando mĆ©todos terribles. La InquisiciĆ³n, nefasta y perversa instituciĆ³n de ese monstruo que creĆ³ Constantino y que se llamĆ³ iglesia catĆ³lica, publicĆ³ un libro que consideran los entendidos que fue el libro mĆ”s criminal de toda la historia de Ć©sta raza, el Malleus Malleficarum (el martillo de las brujas), mediante el cual se adoctinaba al mundo sobre los āpeligros ā de las mujeres librepensadoras e instruĆa al clero, como localizarlas, torturarlas con las mĆ”s horrendas torturas, para que confesaran su comuniĆ³n con el demonio, y luego que confesaran y por supuesto que con las horribles torturas que les hacĆan, todas confesaban lo que les dictaban que confesaran, eran destruidas, quemadas en la hoguera o muertas y despedazadas de las maneras mĆ”s crueles y horrendas para que el pueblo se aterrorizara.
La āsantaā iglesia catĆ³lica apostĆ³lica y romana, instruyĆ³ en ese libro demonĆaco nombrado anteriormente, cuales eran las ābujasā que habĆa que torturar, matar y destruir, y entre otras dice asĆ: las mujeres que tienen estudios de cualquier tipo!!!, las mĆsticas !!, las amantes de la naturaleza!!!, las sacerdotizas, las gitanas, las que recogen yerbas medicinales para curar!!!, y cualquier mujer sospechosamente interesada en el mundo natural !ā, textuales palabras de ese dantesco libro, Ā”que monstruosidad, que aborto del infierno!!, pero lo mĆ”s increĆble, es que despuĆ©s de esto, mil aƱos despuĆ©s, hay tantos millones de catĆ³licos en el mundo!!, uno no sale del asombro de la inconciencia y la estupidez de la mayorĆa de la raza.
Este demonĆaco libro hizo que asesinaran en Europa y en las colonias un mĆnimo de diez millones de mujeres, habĆa pueblos en los que llegaba, la inquisiciĆ³n y asesinaban a todas las mujeres viejas jovenes y niƱas, pues todas aparentemente cumplĆan con los parĆ”metros del libro mencionado.
Mataban incluso a las comadronas o las parteras, pues decĆa la iglesia āsantaā que Ć©stas aliviaban el dolor de las parturientas , usando su demonĆaca ciencia y que las mujeres debĆan parir con mucho dolor para pagar parte de su pecado.
A la mujer se la consideraba en Ć©ste libro perverso como colaboradora del demonio, que era el deber de todo hombre desconfiar de las mujeres, el acto sexual era considerado como algo vergonzoso e inicuo, etc.
DespuĆ©s de esa terrible realidad, durante muchos centenares de aƱos desde el 314 DC, en adelante, la propaganda y las horribles matanzas de mujeres torturadas con monstruosa crueldad, para que confesaran ante las gentes que eran demonĆacas, surtieron el efecto buscado por la cĆŗpula omosexual y degenerada de la iglesia catĆ³lica romana y su instrumento macabro la inquisiciĆ³n: las mujeres en tiempos anteriores al 314 DC y desde la remota antigĆ¼edad, eran consideradas la mitad esencial de la iluminaciĆ³n espiritual, quedaron ausentes de los templos del mundo.
El otrora sagrado acto sexual sin derrame de semen, o sea la uniĆ³n sexual sacra entre el hombre y la mujer a travĆ©s de la cual ambos se complementaban y se elevaban , en alma y espĆritu e iban formando y consolidando sus siete cuerpos existenciales en los siete planos de existencia e iban subiendo y acercĆ”ndose a Dios, quedĆ³ su conocimiento enterrado y ese acto sexual pasĆ³ a ser vergonzoso, pecaminoso, obra y tentaciĆ³n de demonios, que manejan a las mujeres para perder a los hombres virtuosos. Ese es el concepto que la iglesia catĆ³lica metiĆ³ en las mentes de las masas.
Hoy dia en pleno siglo XXI, casi 1700 aƱos despuĆ©s del nacimiento de ese monstruo llamado iglesia catĆ³lica apostĆ³lica y romana, vemos consolidado en la realidad, el plan infernal de esos demonios con cuerpo fĆsico. Constantino y sus secuaces, para degenerar la raza y cumplir con las directivas de su jefe SatĆ”n de destruir los almĆ”cigos de Dios y cumplir su infernal promesa de que donde Dios creara vida y salud, Ć©l crearĆa muerte, destrucciĆ³n, enfermedad y degeneramiento.
Vemos por Internet, cĆ³mo la industria de la pornografĆa, es un macronegocio que mueve billones de dĆ³lares mensualmente, exhibiendo inmundas y lujuriosas pelĆculas o videos sobre el acto sexual degradado e inmundo, derramando el semen de mil maneras, donde se exaltan aberraciones sin cuento como el sexo oral, sexo anal, el sexo entre una mujer y varios hombres simultĆ”neo y viceversa, donde se exalta el omosexualismo, el adulterio y la fornicaciĆ³n o sea el botar el semen o energĆa genĆ©tica, en multitud de formas, la zoofilia o sexo con animales.
TambiĆ©n vemos esto en los medios de comunicaciĆ³n, en las garras del sionismo judĆo, y como cada vez mĆ”s la mujer es degradada a ser un objeto sexual, donde se elogia la promiscuidad, el adulterio y la prostituciĆ³n femenina, en telenovelas donde las mujeres mĆ”s putas veladas y degeneradas y mĆ”s promiscuas y adĆŗlteras son las heroinas, concursos de belleza, pelĆculas erĆ³ticas, propaganda de todo tipo de artĆculos, donde las exhibidoras son mujeres casi o totalmente desnudas y en poses insinuantes o pornogrĆ”ficas.
La simbiosis o comuniĆ³n entre el sionismo judĆo y la iglesia catĆ³lica romana es evidente.
Las dos organizaciones persiguen daƱar a la raza, ocultar las verdades sakras, deformƔndolas, adulterƔndolas o escondiƩndolas.
En 1099 DC fuĆ© fundada una sociedad secreta por un rey francĆ©s llamado Godofredo de Bouillon, el Priorato de SiĆ³n. Este rey tenĆa en su poder importantes documentos que habĆa hallado en la conquista de Jerusalem y eran documentos que se conservaban desde la Ć©poca del Cristo.
La finalidad de esa hermandad secreta era que no se perdieran esos documentos que eran de naturaleza tan explosiva que seguramente si se conocieran por el pĆŗblico iban a destruir la iglesia catĆ³lica. El Priorato posteriormente creĆ³ la Orden de los Caballeros de Cristo y del Templo de SalomĆ³n mĆ”s conocidos como los Caballeros Templarios.
Esta Orden durante la segunda cruzada, encontrĆ³ otros importantes pergaminos y otros tesoros enterrados debajo de las ruinas del Templo de SalomĆ³n.
Estos documentos, confirmaban los que tenĆa en su poder el Priorato de SiĆ³n y con Ć©stos documentos en su poder los Templarios regresaron a Europa donde su influencia pareciĆ³ acrecentarse de la noche a la maƱana. Evidentemente la iglesia catĆ³lica comprĆ³ su silencio, el papa Inocencio II dictĆ³ una insĆ³lita bula papal por la que se concedĆa a los templarios un poder ilimitado, se les permitĆa tener un ejĆ©rcito autĆ³nomo independiente de reyes y clĆ©rigos.
Con la carta blanca otorgada por el Vaticano los Templarios, se expandieron rĆ”pidamente acumulando vastas extensiones de tierras, riquezas, oro y poder polĆtico, empezaron incluso a prestar dinero a los reyes.
En 1975, en la Biblioteca Nacional de ParĆs, se descubrieron unos pergaminos conocidos como Les Dossiers Secrets, en los que se identificaban a numerosos miembros del Priorato, entre los que se destacaban Isaac Newton, Sandro Boticcelli, Victor Hugo y Leonardo Da Vinci.
Los documentos de los Templarios y del Priorato, revelan la verdadera naturaleza del Santo Grial, que la iglesia catĆ³lica sostenĆa que era la copa donde bebiĆ³ Cristo en la Ćŗltima cena.
Esos documentos de la Ć©poca del Cristo revelaban que Maria Magdalena, que los autores del nuevo Testamento de la Biblia, la describen como una prostituta, era en realidad la esposa amada de JesĆŗs, que eran una familia y tenĆan hijos. Leonardo Da Vinci, en su cuadro de la Ćŗltima cena, pintĆ³ al lado del Cristo una figura femenina, que era la figura de Maria Magdalena. Para corroborar Ć©stos Documentos trascendentales, a principios de siglo XX, fueron hallados en Nag Hammadi y en el Mar Muerto unos rollos de papiros de la Ć©poca bĆblica, enterrados en vasija de barro, y empezaron a ser traducidos, despuĆ©s de un tiempo.
Por ejemplo se tradujo un papiro llamado āEl Evangelio de Felipeā, cuya traducciĆ³n dice textualmente: āY la compaƱera del Salvador es Maria Magdalena. Cristo la amaba mĆ”s que a todos sus discĆpulos y solĆa besarla en la boca, el resto de los discĆpulos se mostraban ofendidos por ello y le expresaban su desaprobaciĆ³n diciĆ©ndole: ĀæPor quĆ© la amas mĆ”s que a nosotros?ā La palabra compaƱera en arameo querĆa decir esposa. Los mismos textos de Nag Hammadi dicen que no fue a Pedro a quien JesĆŗs encomendĆ³ crear la Iglesia cristiana, fuĆ© a Maria Magdalena.
Como la iglesia catĆ³lica prohibiĆ³ su nombre, Maria Magdalena, empezĆ³ a conocerse por seudĆ³nimos como: el Santo Grial, el Caliz, la Rosa, etc. La rosa ha sido siempre en la antigĆ¼edad el sĆmbolo de la sexualidad femenina. Maria Magdalena fue el vientre en el que se perpetuĆ³ el linaje real del Cristo. El Priorato de Sion venera todavĆa a Maria Magdalena como diosa, como Santo Grial y como Madre Divina.
ExtraĆdo de: “La Guerra Final AƱo 2012” – por Emiliano Zapata