tratado-quirologia-medica-krum-hellerDEDICATORIA

La ciencia está obligada, por ley eterna del honor, a afrontar,
sin miedo alguno, todos los problemas que le sean
presentados honradamente.
Sir William Thomson

Dedico, ante todo, mi obra al colegio médico español e íbero-americano, porque entre estos compañeros es completamente nuevo el sistema, y por ser en estos países, donde por espacio de 25 años he recogido cuantos, datos me fueron precisos para aportar a la ciencia médica un nuevo campo para el descubrimiento, de cuantas enfermedades, predisposiciones y trastornos quedaban en estado nebuloso y muy poco definido.

Fue un médico latino mi primer maestro en este estudio especial vertiendo en mi alma, sedienta de nuevos conocimientos, los prolegómenos de los signos de la mano. Me refiero al celebré Mago Dr.

Encausse (Papús), autor de tantos libros que han resistido la piedra de toque de la traducci6n a otros idiomas, entre ellos el español; y el que luego haber dejado su puesto de médico de cámara del Zar de Rusia, daba sus célebres conferencias en el “Palais Savant”.

Encauase murió durante la guerra, cumpliendo su deber profesional; pero, no obstante, sigue viviendo en la memoria de sus hijos espirituales.

Tuve un colega de estudi6 que también fue más tarde discípulo de Papús, este compañero fue el Dr.

Alfonso Montenegro, profesor de la Escuela Médica Militar de México, quien unido a mí con una de esas amistades del alma en que se comparten penas y alegrías, éxitos y fracasos, estudiamos mucho tiempo la Plasmogenia y la Quirología.

Alfonso, que fue una bella esperanza para la ciencia médica y para el cuerpo militar mexicano, murió como un héroe, acribillado por los bandidos de Pancho Villa.

A estos dos grandes hombres va una dedicatoria de respetuoso recuerdo.

Atención especial merecen mis compañeros de la Clínica Fisiatra (P.o de Gracia, 99), Dres. Coll Forest y Sala Alegrí, porque fui recibido por ellos con los brazos abiertos, y en los numerosos enfermos de su Clínica, pude volver a confirmar, hasta la certeza, los aciertos del diagnóstico que en este libro describo.

Ambos doctores tuvieron que tomar, miras nuevas al desarrollar su caudal en el Sanatorio del Dr.

Rollier en la Engadina y en los de Dawos-Ratz (también en Suiza); así como en los Hospitales de NewYork, París, Habana, etc., para amplificar su función médica, pareciéndoles siempre pocos cuantos medios nuevos pudieran iniciarlos en el descubrimiento, no solamente de enfermedades (tantas veces obscurecidas), sino también de predisposiciones, sedimentos y secuelas, que tanto ensombrecen y tantos puntos suspensivos ponen en el pensamiento de tos honrados doctores, en presencia de difíciles enfermos.

Creo debe recibirse esta nueva práctica -fruto de miles de observaciones-, con respeto, aun cuando fuera la Quiromancia, práctica de gitanos, pues la parte que aquí estudiamos, huye por completo de suposiciones, y no admite otra ley que la que salga de una perfecta observación comprobada en los hechos y en enfermos confirmados.

Y digo que merece respeto, porque un solo caso de enfermedad claramente etiquetada y diagnosticada por tres signos de la mano, es suficiente para levantar una admiración en el alma del médico que pudo hallarla j y yo os digo, compañeros, que me sorprendió, desde el primer momento, lo que tan claro vi en esta nueva parte de la ciencia médica.

Luego, al profundizar, al proseguir: el estudio cada vez más claro, no fue ya sorpresa,.fue mejor, religiosidad absoluta, un profundo abandonamiento de voluntad y trabajo míos en la Quirología.

¡Tan grande la vi, que dediqué mis mejores años a ella, y hoy soy aquí y en países íbero-americanos, el primero que la menciono! ¿A qué puede ésta llegar? Yo creo que, más adelante, a un renunciamiento de todos los otros medios de observación; por de pronto, constituye esta ciencia un valiosísimo complemento.

Debo dedicársela también, y con toda mi alma, a cuantos naturistas, oficiales o no, procuran sembrar el bien y la salud por todo el mundo.

Hoy, y después de una larga discusión de méritos del abate Kneipp y de Luis Kuhne, los brillantes resultados obtenidos en .la curación de muchas enfermedades, han acreditado el valor terapéutico de los agentes naturales sabiamente dirigidos y hay que reconocer los inmensos beneficios que a la humanidad ha .reportado la práctica de estos sistemas.

Pero la verdad se impone y si ayer, hasta varios gobiernos tomaron medidas para combatir el ejercicio del naturismo .terapéutico, hoy, en algunos Estados, se permite su libre ejercicio a todos aquellos que oficialmente y con hechos demuestran poseer condiciones de suficiencia.

Caen en vuestras manos libros .de, escritores de recorte, embaucadores y charlatanes, especies parasitarias que Viven explotando estas ciencias y cuyas obras poco serias, oscurecen los conceptos de enfermedad, sus tratamientos y procedimiento curativo y que constituyen un compás de espera en el progreso de las ciencias de cura.

Repitamos con Galileo: E por se muove.

Creo que el presente librito puede seros de positiva utilidad y de mucho servicio.

¿Fruncís el ceño, médicos? El tiempo será el mejor juez. Veremos.. .

Aun cuando seamos nosotros los que tenemos el deber de procurar la salud del pueblo, no fueron sólo médicos los que hicieran un bien a la Humanidad, y en este sentido recordad a Pasteur, rechazado al principio en todos los exámenes, y a Jenner que fue peluquero, y aún tenemos a un sombrerero que últimamente descubrió el microbio del cáncer. El fue quien hizo estudios concluyentes para dar a -un bacilo la causología del cáncer, recibiendo por ello homenaje de Profesores del mundo entero y corroborado al fin por el gran Schumacher de Alemania en fecha tan próxima.

Aventar quisiera un número de esta obra a cada uno de los enfermos de hoy y de los predispuestos – enfermos de mañana-, para que ellos mismos pudieran ver la sencillez que este claro estudio tiene; encontrar en puntos, cruces Y medias lunas su mal para que no viviendo desprevenidos vayan sin pérdida de tiempo al médico que debe curarles.

¡Cuántas vidas serían salvadas por este método, que tantas veces se pierden por pereza, desidia o falta de conocimiento del gran mal que consume y mata! No sería completo este dedicatorio si no recordara en este prefacio que los sacerdotes, en su papel mixto de confesores y consultores, tienen tantas veces en su mano la tranquilidad y vida de sus hijos en religión. Es menester recordarles que muchos padres de la Iglesia se han dedicado a la Quirología; uno de ellos fue el abate Michon que más tarde mencionaré. No creáis que este procedimiento tenga nada que ver con las supersticiones de que están llenos los tratados de quiromancia a que se dedical1 los gitanos; yo he buscado por años enteros en Hungría, en América y en ciertas colonias de Alemania donde residen los grítanos quiromantes más afamados, uno que me explicara algo y he podido constatar, como lo han podido constatar todos los que se han dedicado a esto, que los gitanos no saben nada. La tradición de los bohemios ha recibido influencias extrañas y hoy está falsificada, que todo lo que dice esta gente y lo que predicen las personas que pretenden haber aprendido de ellos, son falsedades. Y repito que la base de esta ciencia es la observación, y los que como yo nos hemos ocupado de ella durante decenios y decenios, podemos saber algo.

En todos los tiempos los sacerdotes fueron a la vez médicos; cuidaban del perfeccionamiento del alma y de la salud del cuerpo; muchos que viven en poblaciones foráneas tienen ocasión de observar lo que voy a, tratar en este libro. En las primeras páginas, he puesto versículos bíblicos que no requieren comentarios: son terminantes precisos y daros.

Dr. Knunm-Heller

cita-biblica-quirologia

ÍNDICE TEMÁTICO

La deficiencia de métodos actuales

La dactiloscopia

Antecedentes históricos

Fuerzas bio-electro-magneticas

La mano anatómica

La mano quirológica

Una mano feliz

De los montículos o eminencias de la palma de la mano

Las uñas

Signos y señales

Señal de accidentes habidos

Líneas

La línea de la vida

Línea cephalis o de la cabeza

Línea del corazon

Línea hepática y del estomago

Línea de Neptuno o de los venenos

Cinturón de venus

Índice de sintomatología quirológica por orden alfabético de enfermedades

Terapéutica – ambidextría

Historias clínicas de casos aclarados por el diagnostico por las líneas de las manos

Casos citados por el doctor loor en su obra “el lenguaje de la mano”

La historia de un medico

Conclusión

 

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